Capítulo 42: Fin de año

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El sonido del despertador retumbó en mis oídos. Agarré fuertemente la almohada y la coloqué sobre mi cabeza. Pero aún así, el ruido hizo eco en la habitación.

Solté una maldición y apagué el despertador a regañadientes.
Observé el reloj, siete de la mañana. Lo que implicaba que solo había dormido... ¡¿Una hora?!

Hoy era el último día de clases, oficialmente. Esta semana y las dos anteriores me había concentrado mucho en los estudios y tareas para no reprobar nada. Tenía los últimos exámenes y había estado la mitad del día estudiando. Tanto que a la hora de dormir se me hizo imposible. El cansancio de la semana se hizo presente, pero no podía descansar por más que lo quisiera. Temía no volver a despertar jamás.

El estudio me importaba, claro. Pero la razón principal por la que me sumia en eso, era por mis problemas. No quería pensar en lo sucedido, en las últimas semanas... Todo había pasado tan rápido, que me había shockeado abruptamente.

Estaba en una especie de negación. No quería asumir, la realidad o más bien, aceptarla.

Todo comenzó con el comportamiento extraño de mi padre, su extraño caso, las incontables veces que actuaba raro... Mi madre y su preocupación, creyendo que mi padre la engañaba. Thomas... Nuestro aniversario, el lugar al que me llevó, cuando me pidió tiempo, aquella vez que lo ví con Shirley.... Aquella vez qué, mi corazón se rompió nuevamente. Nicholas y su inesperada llegada a mi vida... justo cuando más lo necesitaba. Aquel chico se volvio mi mejor amigo, mi escudo ante tantas caídas. Y cuando me confesó lo que sentía, me sentía fatal. No quería dañarlo. Él era... Él es, demasiado para mi. Sin embargo no podía corresponderle cuándo no sabía que quería todavía, no estaba segura de nada últimamente..., Luego vinieron Mis sospechas y averiguaciónes. Cuando seguí a Thomas aquella noche, cuándo descubri las verdaderas razones de todo. Smit era mi tío, aquél repugnante monstruo compartía la misma sangre que corría en mis venas. Y Shirley... ¡Mi prima!  Eso me parecía tan absurdo, que jamás lo hubiese creido si me lo decían. Pero no era más que la realidad. Luego recordé la cabaña en donde nos tomaron como rehenes. Las palabras de Thomas, cuando decía que aún me amaba... Y finalmente nuestro escape fallido. La pelea que tuvimos por nuestras vidas. Smit siendo esposado, junto con sus cómplices... Y justo cuándo creíamos que estábamos a salvo. Apareció Shirley con el arma temblando en sus manos, culpandome por todo. Recordaba su mirada firme y decidida cuándo presionó el gatillo. El miedo y la desesperación que sentí en ese momento me pusieron la piel de gallina, creí que moriría. Y la bala... En el pecho de Thomas. Le había dado a él y eso era lo que más me dolía. Era mi culpa, yo debería estar en el hospital. Finalmente lo ví en la habitación, acostado en la camilla sin fuerzas algunas, sin siquiera moverse. Y a lo que mi cabeza no había dejado de darle vueltas la última semana. Las palabras del doctor... El estado de Albert, de mis padres cuando se enteraron. Y sobre todo el mío, no había parado de recordaro y sentirme devastada por eso. Todos los recuerdos pasados me golpearon con brutalidad y me dí cuenta de la magnitud de lo sucedido. Era terrible.

Eso evitaba, porque todo lo que me rodeaba me hacía daño. Pero no podía evitar los problemas para siempre, hasta el mas cobarde tenía que enfrentarlos algún día.

Aparté mis pensamientos y los dejé a un lado, una vez más. Hoy no era el día, debía seguir... Solo eso, no torturarme por lo pasado.

Me reincorpore y me levanté dispuesta a comenzar un dia más y por ende el último de clases.

Tomé una ducha caliente, en la cuál mis músculos y mi tensión anterior se relajaron considerablemente. Una vez que salí, decidí ponerme unos jeans oscuros, una remera blanca, de tirantes y un sueter de color piel. Y mis vans negras que ni siquiera sabía como aguantaban tanto, las tenía hace años. "Resistentes a rompimientos, llantos, lloviznas, secuestros y a estar de pie frente al señor Thompson". Ese sería una muy buena publicidad para vender, ¿no?

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