Capítulo 52: Adiós

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Habían pasado dos días, y aún no había hablado con Nicholas. Había algo que me lo impedía, tal vez fuese el miedo, miedo al rechazo de su parte.

Pero hoy iría, dejaría el miedo a un lado para decirle lo que sentía. Necesitaba verlo para admitirlo, aún no me atrevía a dejar salir todo a la luz. Y creía que el estar cara a cara con él sería crucial. Tenía que buscarlo, ya no podía seguir con esto.

Porque lo peor no fue engañarlo a él, si no engañarme a mi misma.

Respiré el aire fresco de la mañana, Nick estaba jugando en el sube y baja mientras mi madre lo empujaba. Hacía bastante tiempo que no salíamos a dar una vuelta, y hoy terminamos en el parque.

—Hija —la voz de mi padre me sobresaltó —. ¿Qué sucede?

—Nada... —levanté los hombros para restarle importancia.

—¿Segura? —tomó asiento junto a mi en en el banco.

—Mm... —lo miré de reojo —. En realidad pasa algo.

—¿Qué es?

—Es Nicholas.

—¿Qué hay con él?

—Él... Bueno —tragué en seco - Él gusta de mi. —Le dije algo incómoda.

—Me lo imaginé. —Dijo, después de unos segundos en silencio.

—¿Si? —lo miré extrañada.

—Se preocupa mucho por ti, además tú siempre estás con él y April. Y aquel día que lo conocí pude notar como te miraba. Un viejo sabe más por viejo que por sabio.

—No estás viejo —. Sonreí negando.

—Claro, estoy en la mejor edad. —rió —. Pero dime ¿tú sientes lo mismo por él?

—Al principio no.

—¿Y ahora?

—Me di cuenta hace poco lo que significaba para mi.

—¿Entonces? —alzó las cejas —. Si ambos se quieren, ¿cuál es el problema?

—El problema es que... Él está alejándose cada vez más de mi, quiere seguir con su vida y no lo culpo.

—¿Por qué piensas que se está alejando?

—Él mismo me lo dijo, no tolera el hecho de estar junto a mi, le hace daño. Yo le hago daño.

Se quedó sin nada que decir, y pareció pensar en lo que dije por un momento.

—Creo que debes buscar a ese chico, y dejarle las cosas en claro. Porque seguro no lo hiciste o ¿si? —negué.

—Está saliendo con alguién más.

—¿Y eso qué? Si lo quieres debes luchar por él, que su novia no sea un impedimento. Ambos se quieren que ese alguien se busque alguien más —guiñó un ojo.

—En realidad no se si son novios todavía, pero igual no quiero molestarlo. Y tal vez... ya no me quiera en su vida.

—¿Cómo puedes decir eso? ¿Quién no te querría a ti? —me a trajo hacia él y me afirmó en su pecho. —La niña más linda, y maravillosa de este planeta. —Besó mi frente, siendo el padre baboso de siempre.

—Papá... —reí algo avergonzada.

Nos quedamos así por un tiempo, miré al frente la escena que se proyectaba, Nick reía y nos saludaba y mi madre hacía lo mismo. Sonreí al ver a mi familia de este modo, hacía bastante no pasábamos tiempo juntos, y eso estaba cambiando.

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