—¿Por favor? —hizo un puchero y movió dramáticamente sus pestañas, como lo hacía siempre que deseaba algún favor de mi parte.
—April te lo digo por última vez, no iré a esa ridícula fiesta de fraternidad —me dejé caer boca abajo en la cama, sin ganás de hacer absolutamente nada.
—Se supone que eres mi mejor amiga... Debes acompañarme —tomó asiento frente a mi y me miró desafiante.
Oh, no... Eso significa solo una cosa, tendría que ir a la maldita fiesta o me llevaría a rastras si ponía resistencia.
—Dame una buena razón para ir —digamos que no me agradan demasiado las fiestas, no suele ser mi ambiente.
—Tu novio irá —sonrió victoriosa. ¿Qué?
—¿Y por qué no me lo dijo?
—Porque sabe que no te van las fiestas. Le dije que me lo dejara a mi y que yo misma te llevaría —afirmó con superioridad.
—De acuerdo, iré —puse los ojos en blanco y suspiré. Bueno después de todo salir del encierro y divertirme un poco me sentaría bien, ¿verdad?
—Vamos, ponle ánimo —tiró de mi brazo obligadome a levantar de mi cómodo colchón.
—¿Y ahora qué?
—Nos debemos preparar —guiñó un ojo y prácticamente me arrastró hacia el vestidor.
Después de una hora o lo que para mi fue una eternidad, estabamos listas. Al salir fuera Thomas aguardaba nuestra llegada.
—Vaya, ¿qué has hecho con mi novia? —preguntó al verme, junto con una gran sonrisa.
Le dije a April que exageraba pero como no... prácticamente me obligó a ponerme un vestido, tacones y además pintarme. Debo parecer un payaso seguramente y si, aveces se excede.
—Estoy aquí debajo de todo el maquillaje —bromeé para sentirme menos incómoda detrás de mi apariencia.
Se acercó lentamente y besó mi mejilla, se que odia el hecho de que lleve labial por dejar sus labios pintados. Suelo hacerlo enojar con eso, riéndome de él como demente por su apariencia. Demasiado machista, ¿no?
—Estás hermosa esta noche —susurró en voz baja solo para que yo lo oyese.
—¿Ésta noche? ¿Y que hay de cuando me lo dices siempre?
—Tienes razón —sonrió —. Estás mas hermosa todavía —asintió y eso me resulto reconfortante.
—Tú también —tomé el cuello de su camisa y lo atraí dandole un beso, sin importarme sus quejas. Su atuendo me hizo recordar el día que lo conocí, su camisa, llevaba la misma. Sonreí para mis adentros.
—Oigan yo sigo aquí por si lo olvidaron. Vámonos, luego se siguen besuqueando cuánto quieran —al escuchar la voz de April, nos separamos y entramos al vehículo.
La fiesta no quedaba muy lejos ya que en unos minutos, estábamos en la puerta de la fraternidad.
Nunca antes había venido a una fiesta así. Me gusta divertirme pero no soy muy amante del descontrol y de lo que las fiestas implican. Pero ¿qué más da? Hace mucho no salía, esta noche me divertiré.
Mientras caminábamos, saludamos a algunos amigos de Thomas y conocidos que ya estaban algo alocados por la euforia y la adrenalina que es común en los jóvenes.
Nos adentramos al interior donde la musica retumbaba en el lugar, Thomas tomó mi mano para no perderme entre la multitud de adolescentes descontrolados y seguramente con un par de tragos encima.
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Mi Lugar Eres Tú
Teen FictionUn noviazgo, una mentira, un rompimiento, un corazón roto. Una familia que empieza a desmoronarse, una investigacion para atrapar a un criminal junto con muchas preguntas sin resolver. Un chico nuevo en su vida, y un corazon dividido entre dos perso...