Me detuve frente a la biblioteca, desde que comenzó el año quise visitarla, pero por una cosa u otra lo fui posponiendo cada vez más.Era grandísima y de dos pisos, eso explicaba el hecho de que este frente a la Universidad, y no dentro de ella.
Luego de admirar los dibujos y figuras talladas a mano. Que seguramente se remontaban en algún siglo pasado. Abrí una de sus pesadas puertas y entré sin pensarmelo dos veces.
Habían infinidades de estantes con libros, separados por distintos géneros. A un costado había un mostrador que suponía sería la recepción, pero no había nadie allí. En el centro habían algunas personas sentadas en mesas haciendo tareas, leyendo o simplemente observando todo maravilladas al igual que yo.
Esto era el paraíso, jamás vi una biblioteca tan hermosa...
Después de echarle un vistazo más, subí las escaleras que iban directamente al primer piso.
—Buenas tardes —saludé a la chica que estaba trás el mostrador.
—Buenas tardes -—respondió con cortesía —. ¿Necesitas ayuda en algo?
—Necesito algún libro de Literatura por que necesito exponer un tema en clases y quiero ver si hay algo que me pueda servir de ayuda —expliqué.
—Buscaré algo que te sea útil, espera un momento —levantó un dedo y desapareció detrás de los estantes.
No había nadie excepto un chico, era el chico de los libros. O al menos así lo apode junto con April, desde que lo vimos a principio de año siempre andaba con algún libro en mano. Por lo tanto si lo veía sin uno, se me haría difícil reconocerlo. Era todo un misterio.
—Aquí tienes algo que te puede llegar a servir —me tendió un par de libros y me límite a darle las gracias.
Me senté en una de las mesas que estaban distribuidas a lo largo del salón. Una vez allí, abrir el libro en la primer página y comencé a leer, los recuerdos me invadian con cada cita que leía. Y eso me reconfortó de una manera inexplicable.
Pasó una hora completa demasiado rápido. Leí las sinopsis y algunos capítulos de los libros pero nada me dió una clara idea para mi exposición. Aunque si, para mantener mi mente ocupada por al menos un rato.
Cerré el libro con un ruido sordo y el chico frente a mi se sobresaltó. Bajó un poco el libro que al parecer leía, antes de observarme detenidamente.
Tenía las cejas juntas y unos preciosos ojos esmeraldas... ¡Momento!, esos ojos ya los había visto antes pero ¿dónde?
Bajó por completo el libro y me dí cuenta de que era aquél extraño chico que iba conmigo a la clase de Literatura, al que le quise copiar el examen. Pero... ¿El chico de los libros es él? Me quedé con la boca abierta literalmente por un momento, sin creer que fuesen la misma persona.
Me siguió observando y continúe con mi búsqueda, como si nada hubiese pasado. Fingí interesarme en las historias, hasta que finalmente apartó su vista de mi.
Veamos... abrí el último libro que me quedo por leer y le heché un vistazo a la sinopsis. Trataba de una pareja de jóvenes que luchan contra todo el mundo, que al parecer estan en contra de su relación...
Dejé de leer de inmediato, al notar que era una historia muy cliché.—¿Hablar sobre el amor? —pregunté, con una gran carcajada—. Lo que me faltaba.
—Creí que era el único que hablaba solo —. La ronca voz proveniente del chico de los libros me sorprendió.
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Mi Lugar Eres Tú
Ficção AdolescenteUn noviazgo, una mentira, un rompimiento, un corazón roto. Una familia que empieza a desmoronarse, una investigacion para atrapar a un criminal junto con muchas preguntas sin resolver. Un chico nuevo en su vida, y un corazon dividido entre dos perso...