Mi Lugar Eres Tú

Capítulo 48: El patito feo

Las personas se levantaron de sus respectivos asientos y los aplausos y silbidos resonaron en el salón.

—¡Ese es mi hijo! —gritó mi padre atrayendo la vista de algunas personas.

Nick nos saludó desde el escenario, con una sonrisa inmensa para su pequeño rostro.

Los niños que habían actuado, se tomaron de las manos e hicieron una pequeña reverencia.

La obra que protagonizaron fue la de, "el patito feo".

Nick estaba disfrazado de arbusto, toda la obra estuvo allí... Ni siquiera dijo nada, pero estaba más que feliz con su papel.

Fue una obra bellísima, más que nada porque la protagonizaron niños pequeños, se veían realmente adorables.

Después que los aplausos cesaron los pequeños bajaron del escenario y mi madre fue en busca de Nick.

—Te esperamos fuera. —Le dice mi padre antes de nos encaminemos hacia la salida.

La gente avanzó a paso lento, una vez que el evento había terminado. Unos minutos después llegamos a la salida y nos quedamos allí a esperarlos.

—Fué realmente hermoso. —Dije recargandome en la puerta de nuestro auto.

—Nick me sorprendió... —afirmó —. No sabía que era tan buen actor.

Una risa me asaltó al escucharlo.

—¿Hablas en serio? —pregunté calmandome un poco.

—Claro que si... —se encogió de hombros —. ¿Sabés? Fué el papel más difícil, estar parado toda la obra no es nada fácil.

—Tienes razón, lo hizo fantástico. —Concuerdo esta vez más seria.

—¿Ese es...? —preguntó mirando hacia atrás, confuso.

Seguí su vista y me topé con una cara muy familiar, que no veía hace más de una semana.

—¿Nicholas?

Rodeó el auto para finalmente, acercarse a nosotros.

—Hola... —dijo sonriente, al igual siempre.

—Nicholas. ¿Cómo estás? —le preguntó mi padre.

—Bien, señor Whitman. ¿Y usted? —respondió con interés.

—Me alegro muchacho, yo estoy bien gracias.

—¿Qué haces aquí? —interrogué interrumpiendo su conversación.

—Hola Sam, estoy bien. Y también me alegro de verte. —Dijo con notorio sarcasmo.

—Disculpa, es que me resulta raro verte por aquí. Me tomó por sorpresa solo eso. —Aclaré.

—Descuida... —rió —, vine a ver a Nick.

—¿Qué? ¿Cómo lo sabías?

—Bueno...

Miró a mi padre y este se encogió de hombros, lo malo de mi padre era que, no sabía mentir después de todo.

—Con tu madre le avisamos, Nick quería que viniese a verlo.

¿Y cuándo me lo pensaban decir?

—Oh, entiendo. —Me limité a decir.

-—¿Como estás tú? —volvió a hablar.

—Muy bien... Hace bastante que no te veía. ¿Qué tal tus vacaciones?

—La verdad, que nada mal. Estoy aprovechando mi tiempo al máximo.