Siempre suya, Jefe.

04. ¡Sumamente Preciosa!

Llegue a casa y tal como me lo pidió mi Jefe comencé a leer, visualizar y estudiar a los empresarios, era complicado, son demasiados pero aprendo rápido y ésta era una buena oportunidad para demostrarle que sirvo para este trabajo. Al poco tiempo llego Damen, estaba tan nerviosa no encontraba las palabras para decirle que me iría a una cena del trabajo, peor aún con mi Jefe.

- Amor, tengo que decirte algo. -dije sin mirarlo.
- ¿Que ocurre Princesa? -se acercó a mi y levantó mi cara con su mano, estaba preocupado.
- Bueno, es que lo que pasa es... -no podía, era algo ridículo. - hoy tengo que asistir a una cena, de empresarios, debo ir siendo la asistente personal de mi jefe, debo ayudarle con algunos asuntos.
- ¿Y por eso tanto escándalo mi amor? -beso mi frente y luego mis labios, era un ángel.
- Pensé que te molestarías.
- Para nada. Anda, arreglate, ah y no te preocupes por la cena, yo pediré una pizza.

Cuanto antes me di prisa y me arregle, me puse un vestido negro ajustado a mi figura y un poco escotado, alise mi cabello y me maquille ligeramente. Damen se encargó de llevarme a la oficina y cuando toque su puerta, ahí estaba. Con un traje azul a su medida, una camisa blanca y corbata, su cabello estaba peinado al natural, en eso me miro de arriba hacia abajo y sonrió de repente tocando su barbilla, pronuncio algo que al instante me congelo y me sonrojo enseguida sin saber quién hacer.

- Vaya, ¡Estas sumamente Hermosa!
- Gracias señor, hice lo que pude. -mis mejillas aún estaban en un tono rosado.
- Dígame señorita Posner, ¿tiene novio? -camino hacia mi quedando a poca distancia, se quedo dijo mirando mis labios.
- Sí. - respondí en seco. ¿Nos vamos? - lo desconcerté de su fija mirada y posó su mano sobre mi cintura. Bajamos por el ascensor y nos adentramos en su auto aunque nos acompañaba su chofer, Louis.

Llegamos a un salón lujoso, todo daba un aspecto dorado, muchas personas entraban en traje y vestidos, todos formales. Justin me puso a su lado y su mano de nuevo bajó hacia mi cintura. Al entrar hombres y mujeres lo saludaban mientras el se mostraba amablemente con todos, sonriendo y estrechando algunas manos. Cuando un hombre mayor se acercaba a nosotros, Justin se inclinó hacia mis labios cuando susurre "es el empresario Dimitri Vega, junto con su esposa, Lisa".

- ¡Justin! Es un gusto verte. -dijo estrechando su mano.
- Dimitri, Lisa es un placer que hayan venido, disfruten la cena. Ella es Ashley, mi hermosa acompañante.
- Vaya, es una mujer hermosa, hacen una bonita pareja, no la dejes ir, campeón.
- Sí ¿verdad? Y descuide, no lo haré.
- Es un placer conocerlo. -sonreí confundida ¿que no me dejara ir? Esto es demasiado. Es un patán, un sin vergüenza.