Siempre suya, Jefe.

23. Lo seremos todo.

- Justin. - lo mire nerviosa.
- ¿Que necesita señorita Posner? - posó sus ojos mieles en mi.
- ¿Sientes algo por mi? O sólo finges ser grosero conmigo aquí.
- Yo... - respiro hondo. - ¿Que preguntas son esas Ash? - está vez alzo la voz, se molesto seguro.
- Es que no entiendo, tú dijiste que teníamos buena relación. Ayer eras amable y hoy, un idiota.
- ¿Te parezco un idiota? - río cínicamente, obviamente mis insultos no le afectaban.
- No me pareces, eres. - sonreí también, victoriosa.

La conversación quedo ahí, el silencio invadió la oficina. Justin no volvió a abrir la boca, ni sí quiera pregunto por el trabajo que yo estaba haciendo. Por un momento me arrepentí de haber dicho todo eso, a fin de cuentas el me ha protegido un poco. Está bien, mucho. Tenía muchas dudas y quería saber el por que de todo, pero la situación estaba tensa. Quizás ya se ha arrepentido de darme de nuevo el trabajo.

- Justin, lo siento. - camine hacia su escritorio con un monto de los muchos papeles que el me había dado.
- ¿Por que? - alzó una ceja y entonces me miro más tranquilo. - No lo tomes a mal, hay cierto encanto en tu irritable actitud.
- ¿Quién era el niño que cargabas en la fotografía? - ignore el extraño cumplido de Justin.
- Mi hermano menor, ¿feliz? - rodee los ojos.
- Feliz.

Después de 2 horas ya era la hora de comida. No esperaba comer acompañada, no hablo con nadie sólo con Justin y no socializo con las demás chicas por pasar el día encerrada con el. Tome mi bolso y mi pequeño saco, iba directo para la puerta, hasta que Justin me detuvo ¿que quiere ahora? Pensé cuando lo vi tomando su saco y sus tres teléfonos celulares. Se acerco hacia mi y tomo mi mano izquierda.

- Hoy almorzaremos Juntos.
- ¿Por que? - pregunte confundida. Acabamos de tener una tensa discusión.
- Mis padres están en la ciudad, les he hablado desde la mañana para decirle que los veremos en un restaurante.
- ¿Como crees? No tienes que llevarme con tus padres, no somos nada.
- Nena... - me apego hacia el, haciéndome respirar su envolvente aroma. - Ya lo seremos todo.