26. Adios Justin.

1.8K 77 0
                                    

Tome un taxi lo más rápido que pude, no quería que Justin se enterara de que estaba huyendo de todo esto. Era mi oportunidad para librarme, pero por otra parte sentía tristeza, no quería que Justin pensara por el resto de su vida que sólo fui una mala agradecida.

Adiós Justin. Pensé, mientras miraba por última vez el gran edificio.

Pero, no podía permitir que me humillara su padre, ni cualquier miembro de su familia.

Al llegar a mi casa me cambie de ropa, me puse un short pequeño y una camisa gris ajustada pero delgada. ¿Ahora de que viviré? No puedo ser una holgazana, debo buscar otro empleo. Y aquí sentada no lo lograre, era temprano aún.

Busque entre mi papelería y por suerte encontré algunas solicitudes de empleo. Me cambie enseguida, comí algo rápido y salí.

Comencé caminando y viendo algunos edificios que se encontraban cerca, vi uno a pocos edificios en la cera de en frente. no era muy grande pero que mejor que el trabajo este cruzando la cera, sin percatarme de los autos me eche a correr, un freno casi imposible y un auto lujoso paro a milímetros de mi. Cerré los ojos esperando el accidente, de nuevo. Por suerte no.

- ¡Hey! ¿Acaso quieres morir o qué? - gritó saliendo del auto un chico alto, cabello castaño y ojos azules, bastante atractivo. Pero muy furioso, alterado y loco.
- Lo siento, crei que podía cruzar a tiempo. - respondí vulnerable.

El chico camino hacia mi, su furia se calmaba a cada paso que daba. Luego quedo en silencio, tan sólo no despegó su mirada de mi. Subí a la cera, y el hizo lo mismo.

- Lo siento, no debí hablarte así. Pero debes comprender el gran susto que me diste, no podría vivir sí te hubiera hecho daño. - su voz sonaba dulce, preocupado.
- Descuida, gracias por preocuparte. Ahora, tengo que irme. - dije dando un paso camino a la puerta del edificio.
- ¿Trabajas ahí? - me detuvo.
- Aún no lo se, tratare de conseguir empleo. - respondí.
- Yo soy el dueño de esta pequeña empresa. Soy Christian. - me extendió la mano y me sonrió.
- Ashley, mucho gusto. - tome su mano.
- Permíteme estacionar el auto y con gusto veré tu currículum.
- Gracias. - asenti.

En la oficina...

- Toma asiento, por favor. - tomo la silla y la soltó hasta que tome asiento. El hizo lo mismo.
- Gracias. Aquí está mi papelería. - dije extendiendo en mi mano un legajo.

El la hojeo y comenzó a leer detenidamente, había un silencio incómodo y eso me ponía más nerviosa. Hizo una pausa y me miro.

- ¿Trabajo en Bieber's Company? - pregunto asombrado.
- Sí.
- ¿Que la hizo renunciar? - esa pregunta no la esperaba, debía inventar algo o ser discreta.
- Mmm... - no podía formular respuesta alguna. - digamos que no era para mi.

Siempre suya, Jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora