Siempre suya, Jefe.

37. Semanas despues.

Habían transcurrido al menos dos semanas. En el trabajo me estaba yendo muy bien, podía decir que Christian es un Jefe muy gentil y amable pero últimamente se comportaba de otra manera que dejaba a la vista de las otras chicas que tenía cierto interés en mi.

Había llegado a mi pequeño lugar de trabajo, ahí tenía una imagen en marco de Damen y yo. Post it de colores pegados por la pequeña pared de tela para no olvidar algún recordatorio, citas de Christian, reuniones, etc.

Hoy por tercera vez encontré en mi escritorio una barra de chocolate "Hershey's" acompañado de una nota "Que éste día resulté ser hermoso, como tú. ¡Buen día! Christian."

Lo leí y releí por algunas veces. Camryn se percató y enseguida camino hacia mi como toda una entrometida queriendo saber que había sido el día de hoy, además de una flor, una tarjeta y está vez, un chocolate. Se recargó sobre mi espacio y sonrió socarrona.

- ¿Otra vez un regalo? - pregunto.
- Sólo una barra de chocolate y una nota. - dije sin ánimos.
- ¡Dios mío! Pero este hombre jamás había sido tan detallista con una mujer, mucho menos una empleada. - dijo con todo de ardida.
- ¿Sí? Tal vez le diga que deje de molestar, quizá le debería dar su atención a quién más la necesite. - escupí haciendo que Camryn se retirara.

Después de haber terminado unos reportes e imprimirlos, camine no muy segura a la oficina del señor Christian. Podía escuchar algunos murmullos "Mira, ahí va a visitar al señor Christian" "¿Quién sabe que harán solos?" Y ¿como no sentirme halagada y a la vez envidiada? El señor Christian era muy apuesto, cabello castaño, alto, los trajes formes le hacían ver muy "guapo" para cualquiera, tenía buen sentido del humor, ojos rasgados verdes y una sonrisa que le levantaba el ánimo hasta la persona más deprimida, como yo en algunas ocasiones.

Toque la puerta suavemente esperando una respuesta.
- Puedes pasar Ashley. - dijo él.
- Gracias.
- ¿Traes los reportes que te pedí? - pregunto.
- Asenti. - Sí, aquí están. A propósito, gracias por el detalle pero, no es necesario que lo haga.

Sonrió ante mi comentario, una sonrisa sarcástica. Mordió su labio inferior y me miro.
- Ashley, cuando quiere enamorar alguien obviamente esos detalles son necesarios.