Siempre suya, Jefe.

12. Yo cuidare de ti.

Por más que intente localizar a Tiffany, fue en vano. Y ya ha pasado un día más, era de noche y por alguna estúpida y ridícula pero sobre todo misteriosa razón Justin seguía aquí, al pendiente de mi, ¿Porque diablos? No lo se. Él dice que no convivíamos mucho ya que "era" mi Jefe, que trabajamos muy de cerca porque el instalo un escritorio especialmente para mi dentro de su oficina, también dice que fuimos a una cena muy importante y que justo esa noche por causa de una tormenta inesperada tuvimos que hospedarnos en un hotel. Agregando que no hicimos nada de lo que nos pudiéramos arrepentir. No sabía sus intenciones, pero este hombre me cautivaba un poco, tenía un olor delicioso y fuerte digno de un hombre. También unas amables atenciones para conmigo, pero muchas dudas corrían sin control por mi cabeza ¿por que un hombre empresario se interesaría en cuidar a una simple chica?

Cuando la noche llego, el personal en el hospital se tranquilizó y era hora de utilizar la amabilidad de este hombre para que me llevara al cuarto de Damen a escondidas. Era mi novio, no podía abandonarlo, necesitaba saber como estaba; la información que los doctores me daban no era suficiente, tengo que verlo por mi misma para saber que mi amor está bien. O recuperándose.

- ¿Estas loca? ¿Cómo crees que voy a hacer eso? - Pregunto Justin alterado.
- Fácil, puedes ponerte una bata de Doctor, me llevas en la silla de ruedas y nadie sospecha nada. -dije ingenua pero a la vez muy en serio.
- Ashley, mírate. Estas todavía mal, no puedes hacer movimientos fuertes por tu cuello, tus piernas aún están frágiles y tienes golpes por todos lados. -está vez se puso de pie y cruzo los brazos, sería difícil convencerlo.
- Justin, por favor - suplique. Tu no sabes lo que es estar angustiado sin saber y sin ver a la persona que amas por más de 3 días. - hice un puchero.

Su cara se desvaneció un poco y se puso serio, tenso. Respiró hondo y accedió no muy convencido. Después de haber fingido ser un doctor más logramos entrar sigilosos a la habitación donde se encontraba Damen. Mi corazón se partió en dos, se destrozó al verlo lleno de tubos y cables y un aparato de oxígeno para que pudiera respirar. Estaba completamente caído en un sueño profundo, su cara estaba más golpeada que la mía, se veía casi irreconocible tan herido. Las lágrimas comenzaron a salir, me acerque en la silla de ruedas hasta el y tome su mano y la bese cuantas veces pude, acaricie su cabello intentando no mover ningún cable, lo miraba y apenas y pude pronunciar una palabra "Te amo".

- Ash, tenemos que irnos, se que es difícil pero temo que nos atrapen. -dijo Justin despertándome de mis pensamientos.
- No quiero dejarlo.
- Por favor Ashley -insistió.

Comencé a llorar sabiendo que era hora de irnos, bese de nuevo la mano de Damen y susurre que quería tenerlo de nuevo conmigo.