Capitulo 51.

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"Buenos días, Bieber"

- Buenos días, señorita Posner. - me saludo Justin.
- Buenos días, Señor Bieber. - replique.
- Christian, que gusto tenerte en mi empresa, al fin pudiste entrar. - dijo con sarcasmo.
- Y mira que entré muy buen acompañado.

Justin lo fulminó con la mirada mientras Christian sonreía triunfante al mismo tiempo que sostenía la silla en la que yo tomaba asiento. Estos día hombres en guerra son insoportables, perdían tanto la cordura, en frente de quien fuera.

Justin había estado hablando sobre las acciones que quería hacer crecer, sin quitar la mirada encima de mi, era algo tan incómodo. Aquellos ojos mieles penetrantes me enloquecían, ningún otro hombre me había mirado como Justin solía hacerlo, era una mezcla de amor, ternura y pasión en aquellas pupilas que me enamoraban y me hacían caer a sus pies. Pero, no puedo olvidar que está comprometido, aunque no logre ver ningún anillo en su mano.

Eran tantos recuerdos, pensamientos y momentos que rondaban mi mente que no tome nota de ninguna palabra. No preste ni un momento de atención a lo que él mencionaba. ¿Habrá hecho el amor con Amber ya?, ¿le preparará su cena favorita?, ¿que hacen a solas en esa inmensa mansión?

De pronto, una frase típica me despertó.

- Bien señores, la junta ha terminado. - concluyo Justin.

- Mi amor - dijo Christian atrayendo inmediatamente la atención de Justin a nosotros. - ¿Nos vamos?

Tome su mano, poniéndome de pie y camine delante de él hasta encontrarme en el camino con Justin.

- Tú no preciosa, no te irás sin antes hablar conmigo. - dijo molesto, sonaba casi furioso sin alzar la voz. Apretó mi mano y me jalo con fuerza hacia donde el estaba.

- Oye idiota, déjala en paz. - escupió Christian tratando de tomarme, pero no, Justin se lo impidió empujándolo bruscamente.
- No te atrevas a tocarla, ella es mía imbecil, me pertenece a mi.
- Chicos, por favor tranquilos. Justin, dejamos en paz, tú y yo no tenemos nada de que hablar. - Pero me ignoro por completo.

Los gritos y empujones se hicieron notar llamando la atención de los demás empresarios, realmente me estaban haciendo quedar en vergüenza y no sólo yo, sino ellos ¿Que imagen están dando? Justin solía mostrar una de hombre estricto, formal y refinado, pero ahora estaba pareciendo un salvaje. De un momento inesperado se lanzó sobre Christian y lo golpeo en el rostro, yo de verdad no sabía que hacer más que pedir ayuda, estaba atónita y asustada; jamás había conocido esa fase de Justin. Algunos empresarios corrieron a separarlos y de pronto seguridad apareció, complaciendo lo que Bieber quería echaron a Christian de la empresa, mientras que a mi me retuvo en su oficina.

- ¿Que te pasa Justin? ¿Por que te comportas como un idiota? - grite al tiempo en que cerró la fuerta con fuerza detrás suyo.
- ¿Realmente estas saliendo con ese imbecil? - me lanzo una mirada furiosa y desordeno su cabello Rubio por doquier.
- Sí así fuera ¿qué? - me cruce de brazos.
- ¡No puedes! Dios, no sabes como me parte el corazón verte con él. Tú eres mía, completamente mía, eres mi princesa, mi todo, en verdad me estoy muriendo sin ti mi amor. - camino con paso decidido a mi y me tomo en sus brazos, con sus manos coloco las mías al rededor de su espalda y entonces hizo aquello que espere tanto tiempo, junto sus labios con los míos y comenzamos a besarnos sin control, sin dejar de hacerlo me llevo hacia su escritorio, arrojó todo lo que estaba en el y me recostó con delicadeza, aquella sensación de mariposas, nervios y placer de tenerlo así sobre mi me hacia olvidarme de todo, incluso de Christian de que habrá pasado con él. Pero ahora, quería disfrutar de Justin, tanto como me fuera posible antes de que fuera arrebatado de mis manos otra vez.

Comenzó a depositar besos suavemente sobre mi cuello, mis manos se aferraron a su cabello, me giró rápidamente para bajar el cierre de mi vestido por completo y una vez que volvimos a estar frente a frente dejando al descubierto mis pechos, los cuales observo por un momento y de nuevo volvió a mi.

- Eres perfecta, ¿lo sabías?

No había respondido, simplemente volví a besarlo, tanto como pude, hasta sentir mis labios adormecidos, todo el momento en el que me hizo suya, en su oficina.

Capítulo largo por haberme ausentado.
Comenten que opinan, creen que Justin sí se casé con Amber?

Siempre suya, Jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora