Capitulo 56.

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"Tendremos un bebé"

Sobando mi mejilla por la bofetada que había recibido. Ashley me miraba con furia pero con cierta pasión, era evidente que me ha extrañado, al igual que yo a ella.

- Supongo que lo merecía. - dije al fin.
- Esa y muchas más. No puedo creer que cambiaras lo nuestro por papel verde. - me miro y sus ojos se comenzaban a inundar en lágrimas.
- fui un completo imbécil, no sabes cuanto me he estado arrepintiendo.
- ¿Que haces aquí? - pregunto cambiando de tema.
- Vine... - suspire profundo antes de atreverme a hablar - Vinimos a la luna de miel, pero estos días y desde que inicio está farsa jamás he pasado tiempo con ella. Estoy en un infierno sin ti.
- Pues que bueno, me da gusto. - dijo victoriosa, satisfecha.

Ashley:

Me di cuenta de la hora que era, estaba perdiendo tiempo con Justin y sí sabían que no estaba cubriendo mi turno probablemente me despedirían.
Lo mire preocupado, pero a la vez estaba tan sorprendido, yo realmente sabía que el destino nos reuniría, pero no estaba preparada, no sabía como reaccionaria el al saber que tendríamos un bebé.

- ¿Sabes? Creo que no es el mejor momento, pero necesito hablar contigo. ¿Podemos hacerlo después de mi turno? - pregunte nerviosa.
- Claro, me sentare por acá.

Justin no había bebido ni un sólo trago en toda la noche, se preparaba para lo que fuera a decir, quería estar perfectamente consiente de todo. Mientras yo rondaba por las mesas tomando pedidos y llevando bebidas sólo podía sentir los ojos mieles puestos en mi. Era increíble como había girado la vida, antes solía trabajar con él, vivir con él, llevar las cuentas de sus gastos en la empresa, y ahora sólo me miraba mientras yo era una simple camarera.

Unas horas después termine mi turno, los pies me dolían, la espalda me atormentaba pero esté el trabajo que me daba de comer a mi y a mi hijo.

Ahí estaba Justin, sonriente, hermoso y nervioso esperándome. Se acercó a mi, tomo mi bolso y entrelazo nuestras manos haciéndome sentir un calor inexplicable en todo el cuerpo, sin preguntar ni reprochar caminamos en silencio hacia mi casa. Me sorprendía lo mucho que Justin y Amber se odiaban, sí estuviera en su lugar, no dejaría ni un segundo a mi hombre.

Nos detuvimos en la puerta, sin quitar esa sonrisa de sus labios me entrego la bolsa para buscar las llaves y una vez dentro comenzó a husmear el lugar, serví un vaso de refresco y me senté con el en la sala.

- Bueno, nunca me ha gustado tener un secreto, sobre todo de algo que es importante para ambos. - Justin me miraba desconcertado y ansioso.
- Estoy preparado para lo que sea. - dijo él.
- Estoy embarazada, tendremos un bebé.

Siempre suya, Jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora