Capitulo 63.

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- Sí hubiera sido otra situación, no hubieras durado ni una semana en el puesto de asistente. - rió suavemente. - pero era mi oportunidad de tenerte cerca, por eso el escritorio dentro de mi oficina, amo verte todo el tiempo.

Justin ya no dijo más. Ashley permaneció en silencio mientras asimilaba toda la situación, ¿un tumor cerebral? ¿Por que Damen nunca quiso decirle nada? Lo habría apoyado, lo hubiera cuidado todo el tiempo. Le sorprendió que jamás lo noto. Damen supo como comportarse con ella, no quería hacerla sufrir, ni tampoco dejarla a su suerte y sola.

El resto del vuelo fue todo silencio.

Al llegar, se instalaron de nuevo en casa de Justin, aunque él ya tenía planeado vender la casa y comprar una mucho mejor, quería darle a Ashley un hogar.

La casa parecía muy tranquila, Justin camino sigiloso por el pasillo de las habitaciones con Ashley detrás. Quedaron petrificados al escuchar gemidos, obviamente era Amber. A Justin le hirvió la sangre y no por celos, sí no por meter a un hombre en su casa y en su cama.

Apretó la mandíbula y tomo la manija de la puerta, la abrió con brusquedad y ahí estaba, su mujer con otro hombre encima.

- ¡Maldita, pedazo de puta! - grito Justin invadiendo dicha privacidad. - ¡Largate de mi casa, perra!

Amber abrió los ojos sorprendida al ver a Ashley parada justo detrás de Justin. ¡No había muerto!

El hombre se levantó envuelto en sábanas y Amber quedo petrificada en la cama, no tenía ahora sí quiera como reprocharle a Justin. Él la miro maliciosamente y sin importarle, tomo fotografías de Amber en la cama u el hombre intentando vestirse, río gustoso y pronuncio:

- Gracias zorra, me has dado la salida perfecta para dejarte en la calle y encerrada por atacar a mi mujer.

***

Un mes después.

Justin había conseguido el divorcio más rápido de lo que canta un gallo, por suerte el desglose entre el negocio de su ex suegro y él no le había afectado tanto en su fortuna. Scooter el abogado de Justin había procedido con la demanda contra el ataque a la mujer de su amigo, el cual con pruebas físicas y escritas había cumplido su palabra, ni el padre de Amber podía hacer nada por su hija, al comprobarse que no sólo había atacado a una mujer, sí no poniendo en riesgo la vida de un menor que aún no nacía.

15 años de sentencia.

Siempre suya, Jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora