29. Me sienta tan bien.

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El abrazo de Justin fue tan reconfortante, que al aspirar su aroma y sus fuertes brazos apretándome me sentaba tan bien. Entrelazó su mano a la mía y aunque no se que somos por que esto me confunde tanto, Justin me hacia mucho bien.

Después de subir a su auto nos dirigimos a su casa. Justin no soltó mi mano en todo el camino, debo admitir que es un buen hombre. Tienes muchas cualidades y aunque sus virtudes aún no me han hecho caer porque siempre nos volvemos a encontrar y a separar por malas circunstancias. Era hombre que no se dejaba pisotear, las opiniones y decisiones de las demás personas no influían en él, ningunas excepto las mías.

Era decidido y tenía un carácter fuerte. Sabía que con alguna falla se molesta rápidamente, pero lo mejor es que es un buen sobre protector. Cuando algo malo sucede y su presencia se junta con la mía me siento segura. Es como sí Damen lo hubiera enviado para cuidar de mi.

Al instalarnos Justin se dirigió hasta la habitación mientras yo permanecí quieta en la cocina. Después de unos segundos Justin apareció. Sin camisa mostrando su formidable cuerpo, sus brazos fuertes e irresistiblemente tatuados. Usaba un pants ajustado y  tenis vans. Me sonrió mientras yo observaba sus tatuajes tratando de desifrarlos.

- ¿Te gustan? - sonrió pícaro y a la vez sensual.
- Sí, me encantan. - respondí indecisa. - creo que te dan un toque rudo, nunca te imaginas que debajo de ese traje de empresario hay un hombre tatuado. - reímos.

Se acercó lentamente quedando a pocos centímetros de mi. Tomo mi mano derecha y la paso por todo su abdomen, delicadamente. Después la deslizo por su brazo, mis dedos tocando sus tatuajes. Estaba tan nerviosa, no sabía que sucedería o sí estaba mal, pero una parte de mi le atraía aunque no estaba segura. Justin tomo mi rostro y sonrió sin apartar sus ojos mieles de los míos, su sonrisa era perfecta al igual que sus dientes.

Y a nada, nuestras respiraciones se mezclaron, ese aliento fresco a menta me envolvía.

Nuestros labios se encontraron, chocando los suyos con fuerza a los míos pero a la vez de manera tierna. ¿Qué estas haciendo Ashley? Me dije sin poder apartarme de él.

Siempre suya, Jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora