Capitulo 59.

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***
Llame inmediatamente a una ambulancia en números de emergencia, los signos vitales de Ashley eran casi imposibles de sentir. Tenía por su vida y la de mi hijo. Sentía una sed de vengarme de Amber de la peor manera, tome evidencias de lo ocurrido hasta que también los criminólogos que llegaron a casa de Ahley examinaron de pies a cabeza cada evidencia que sirviera para mostrar que Ashley había sido secuestrada en su propia casa.

Los paramédicos la tomaron y camine asustado, con tantas preocupaciones a lado de ella en la camilla, una vez dentro del auto el miedo de perderla me invadió al verla tan débil. Solloce por lo bajo, pero no pude evitar caer en llanto junto a su cuerpo.

12 horas después.

- ¿Familiares de la señorita Amber?
Me levanté desesperado, mi rostro mostraba una angustia, no había dormido desde entonces y las ojeras se hicieron presentes bajo mis ojos.

- Yo doctor. - respondí a su llamado - soy su esposo.
- De acuerdo. Su esposa muestra heridas graves, hicimos todo lo posible, le realizamos un circlaje para evitar que perdiera al bebe, recibió 15 puntadas y por el momento está en recuperación. Recibió un poco del "banco de sangre" porque durante el accidente perdió mucha.

Un suspiro profundo de alivio y algo de tranquilidad.

- Tuvo suerte, sí hubiera llegado más tarde o perdido más sangre, ambas vidas habrían fallecido.
- ¿Mi hijo como se encuentra? - pregunte.
- Estable. Más tarde podrá pasar a verla.

El doctor me dio una sonrisa de tranquilidad y con una palmada en mi hombro se retiró. Salí por un café o refresco, lo que fuera a reconformarme.

Mientras lo hacía llame a mi abogado, Scooter. Debía levantar la demanda en contra de Amber. Iba a hacerla pagar por todo el daño que le provoco al amor de mi vida. Y no descansare ni un segundo hasta dejarla arruinada, en la calle y encerrada durante unos años. Unos años terribles.

- Te haré llegar las imágenes de lo ocurrido. Y el audio de la llamada que tuvimos antes de apuñalarla.
- Descuida amigo, me encargare de que ni su padre pueda salvarla de esta pesadilla.

Siempre suya, Jefe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora