Siempre suya, Jefe.

22. Empleada ó ¿algo mas?

Nos cambiamos, Justin en su armario propio y yo en el cuarto donde habíamos pasado la noche. No estaba segura de que significaba todo esto, sí Justin en el fondo quizás sentía algo por mi, sí se preocupaba por mi felicidad o sí sólo era algo estúpido y yo sólo era su empleada o algo más. Sabía que tenía un título en secretariado y uno en administración pero había olvidado como solía hacer mi trabajo, había olvidado sobre que era la empresa de Justin y lo que era trabajar con el. Pero el jura que tuvimos siempre una buena relación.

Me alisé el cabello, use tacones, y un conjunto azul ajustado. Mi maquillaje fue sutil.

De camino al trabajo Justin me ignoro por completo, lo cual para mi está bien. Aún no me acostumbro a esto. Y deseo que termine pronto, aunque por una parte admito que Justin es la única persona interesada en cuidar de mi, mis amistades jamás salieron a la luz, mi madre regreso a Canadá y papá ni sí quiera me llamo.

Al llegar bajamos del auto, está vez Justin no abrió mi puerta, pero sí me espero para caminar juntos. Las chicas comenzaban a mirarme y a señalarme, supongo que ya me conocen.

Al entrar a su oficina arrojó su saco a mi escritorio, siendo completamente grosero. Tomo una gran cantidad de papeles y los dejo caer también en mi escritorio. Lo mire extraña por su comportamiento, no era esto lo que el solía contarme acerca del trabajo.

- ¿Te vas a quedar parada ahí como una estatua? - dijo, luego tomo asiento.
- ¿Que tengo que hacer primero? - pregunte nerviosa, parecía o más bien era de nuevo mi primer día.
- Trae mi café, con dos de azúcar por sí no lo recordabas.

Maldito idiota, ¿esto es buena relación?

Enseguida salí y busque rápidamente la máquina de café donde además habían galletas glaseadas y pan dulce. Tome de ambos y prepare dos cafés. Uno se lo di a Justin y después tome asiento. Doblé su saco y lo puse de mala gana junto a mi silla.

Hojee los papeles tratando de saber que debía hacer con ellos.

- Justin. - lo mire nerviosa.
- ¿Que necesita señorita Posner? - posó sus ojos mieles en mi.
- ¿Sientes algo por mi? O sólo finges ser grosero conmigo aquí.
- Yo...