Durante los siguientes días Kate apenas pudo pasar 5 minutos a ver a Alexis y a Richard. Un caso de un homicidio múltiple le robó la mayor parte del tiempo y aunque Alexis decía entenderlo, era evidente su mirada de tristeza por el poco tiempo que la inspectora pasaba con ella. Por ese motivo, una de las noches, prometió que el sábado pasarían todo el día juntas para compensar sus anteriores ausencias y la niña quedó encantada con la propuesta.
****
A las 10 de la mañana del sábado, puntual como un reloj suizo, tocó a su puerta. Max que ya distinguía su olor, ladraba sin cesar hasta que Richard abrió la puerta y el pequeño cachorro salió disparado para saludarla. Alexis, entre risas por ver a su perro tan contento, salió también disparada hacia Kate que ya la estaba esperando con los brazos abiertos.
- ¿Preparada para todas las horas que tenemos por delante?
- ¡Sí!
Richard esperaba sonriente manteniendo la puerta abierta.
- Buenos días inspectora
- Buenos días escritor
- Ya me gustaría a mí. - resopló - Llevo tanto retraso en mi última novela que cualquier día se presenta mi editor tumbando la puerta.
- ¿Falta de inspiración?
- Puede ser.
- Habrá que llamar a las musas entonces. - bromeó.
- Chistosilla... - cerró la puerta y se encaminó hacia la cocina para terminar de recoger el desayuno. - ¿Quieres algo Kate?
- No, estoy bien así. Gracias.
- ¿A dónde vamos a ir? - preguntó nerviosa Alexis.
- ¿Confiáis en mí? - respondió Kate con un toque de misterio. Tanto padre como hija le miraron con intriga.
- ¡Sí! ¡Yo sí! - Alexis emocionada por la intriga que sentía.
- ¿Y tú, Rick? - le sonrió.
- La duda ofende inspectora.
- Entonces, será mejor que vayáis a vuestras habitaciones y hagáis una pequeña maleta para pasar la noche fuera de casa. - les miró con una sonrisa traviesa.
- ¿Vamos a dormir fuera? - Alexis.
- ¿Quieres? - Kate.
- ¡Sí! ¡Sí! - Alexis.
- No se diga más... ¡a hacer las maletas! - aplaudió Richard que estaba encantado con la alegría de su hija
- ¿Ayudo a Alexis mientras haces la tuya? - se ofreció Kate.
- Gracias. - le sonrió Richard con agradecimiento.
No tardaron mucho más de 15 minutos en tener sus bolsas preparadas y salir disparados hacia su nueva aventura.
****
Durante el trayecto tanto padre como hija intentaron, por todos los medios, descubrir a donde se dirigían, pero Kate pudo guardar el secreto hasta el pequeño desvío, tras el cual comenzaron a atravesar un camino de tierra que se perdía en la espesura del monte.
- ¡Una cabaña! - soltó Richard con convencimiento absoluto.
- Me sorprende tu capacidad de deducción. - contestó Kate en todo socarrón.
- Lo sé inspectora... ¿por qué cree que si no me dedicaría a escribir novelas de misterio? - alzó una de sus cejas.
- Que bonita... - Alexis vio la cabaña a lo lejos, rodeada naturaleza.
ESTÁS LEYENDO
La sonrisa de su mirada
FanfictionRichard Castle la recuerda. Como si fuese ayer. Como si el tiempo no hubiese pasado. Y es que ella llegó a su vida de pronto, justo cuando más necesitaba una mano amiga, una mano a la que aferrarse y no saltar al vacío. Y cuando el destino vuelve a...