Capítulo 23

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Rick volvió a acercar sus labios a los de Kate. Suave. Cariñoso. Tierno. Kate, se aferró, con sus manos, a su camiseta y lo apretó contra ella, profundizando el beso. Sentía desesperación. Angustia por estar cerca de él. Por hacerle ver y entender que ella seguía sintiendo, aun sin recordar. Aquella pasión de la inspectora provocaron, en su escritor, un sin fin de pequeños jadeos que ella bebía de su boca, sin apartarse, sin dejar un mínimo espacio entre ambos. Aumentando el ritmo. Aumentando la excitación. Hasta que un tirón fuerte de su herida, le hizo soltar una de sus manos de la camiseta y unirla a la de Richard, que seguía con su mano, intacta, acariciando su cicatriz.

- Kate... - se apartó de sus labios - te está doliendo mucho.

- Pero... - lo miró a los ojos - ...necesito esto, necesito sentirte como parte de mí. Cerca. Muy cerca. Por favor Rick... - le suplicó.

- Kate... ¿en serio crees que no me muero por seguir adelante? - la besó - Estas semanas, todas, cada uno de sus días, han sido una pesadilla, deseaba tanto besarte, acariciarte, sentir tu aroma...

- Sé que te puede parecer una locura, a mí también me lo parecía, pero sentía lo mismo que tú. - sonrió y perdió la mirada justo en el punto de su cicatriz, donde sus dos manos estaban unidas, intentando calmar su dolor - Pero la ayuda de Steve y de su amiga me hicieron entender que era algo normal.

- Es que soy irresistible, inspectora. - le guiñó un ojo.

- Listillo. - le dio un pequeño golpe en el hombro - Me encantas. - le susurró bajito, cerca de sus labios, recogiendo su aliento entrecortado.

- Antes también me decías eso. Todos los días me soltabas un 'Me encantas'... - le robó un tierno beso - ...ha sonado como antes.

- Quiero ser la de antes Rick. Quiero que tú seas el de antes. Para que mis recuerdos vuelvan. No quiero despertar mañana y que nos sigamos comportando como hasta ahora, porque eso me mata. - se sinceró.

- Shhh... Tranquila, no pasará, mañana nada cambiará, seguiremos desde donde lo dejemos esta noche. Te lo prometo Kate. Voy a ser el mismo Rick de antes. Si eso es lo que necesitamos, lo haré. Me comportaré como si tu cerebro no hubiese olvidado nada. Funcionará. Eso tiene que funcionar.

- Lo hará Rick. Porque no puedo perderte. No quiero perderte. Yo... yo me muero si te pierdo. - su emoción le hizo perder el ritmo de respiración y Richard notó que su ritmo se aceleraba aún más, aumentando la presión de su cicatriz.

- Cariño... te quiero. - la besó - No me voy a ir a ningún lado. Vamos a conseguir que tu memoria se recupere. Y si no lo conseguimos, entonces volveré a robarte el corazón. - besó su nariz - ¿Te parece bien?

- No sé cuánto tardaremos en lo primero... pero te aseguro que lo segundo ya lo has conseguido. - la cicatriz volvió a tirar de ella y cerró los ojos de golpe, respirando fuerte.

- Ven. - le indicó Richard - Vamos a echarnos. Puede que así no tire tanto. Estás más tiempo de pie que en la cama.

- Eso me pasa porque dedico media noche a buscarte, que te escapas de mí. - le dijo como una niña pequeña enfadada.

- Ya no me voy a escapar más. Voy a estar pegado. Pegado a ti, como una lapa. - se echó a su lado, colocando su mano, otra vez sobre la herida.

- Así me gusta. - sonrió - Pero, ¿ves? Yo te quiero más cerca de lo que estás ahora. - le provocó.

Richard, echado lateralmente, se acercó hasta quedar completamente pegado a ella, que estaba boca arriba. Entrelazó una de sus piernas con las de ella. Sonrieron. - ¿Más? - le susurró el escritor.

La sonrisa de su miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora