La sonrisa de su mirada

Capítulo 33

Alexis se despertó sobre las 7 de la mañana. Atrapada entre los brazos de su madre. Sonrió. Feliz. Se dio la vuelta para mirar su cara. Miró a su padre. Confirmó que estaba, completamente, dormido y comenzó a tocar, con uno de sus deditos, la nariz de su madre. - Mami... - susurró.

Kate desplegó una eterna sonrisa. - Dime cariño...

- Mami... tengo una pregunta.

- Dime. - abrió sus ojos mirando a su hija.

- Ayer hice la carta... pero tengo que poner lo que tú quieres. - le dijo preocupada.

- ¿Sabes lo que más quiero en el mundo? - dijo bajito.

- ¿El qué? - preguntó ilusionada.

- Que nunca dejes de quererme, que siempre me des abracitos y muchos, muchos besos. - besó su cabeza.

- Mami, pero eso te lo puedo dar... no hay que pedirlo. - la abrazó por el cuello - Dime otra cosita...

- Hmmm...Bueno, entonces, creo que pediré saber el secreto de las rosas azules que tu papi nos regala.

- Me gusta. - dijo aferrándose más a ella - Yo... también quería saber...

- Dime lo que necesites, ¿sí?

- Ayer... en la carta, quise pedir una cosa, pero mi papi me dijo que primero tenía que hablarlo contigo. - miró a su madre.

- ¿Qué es? - preguntó interesada.

- Quería apuntar en la lista de deseos, un bebé. - dijo tímida. Kate sonrió - Pero papi dijo que eso no lo podía poner. - recordó triste. ¿Puedo? - preguntó esperanzada.

- Cariño, ¿quieres un hermanito?

- Síiii... así, pequeñito. - lo indicó con sus dos manitas - Para quererlo mucho, cuidarlo, jugar con él...

Kate besó su frente enternecida con aquella declaración. - Entonces, si apuntas ese deseo y viene un bebé, ¿me ayudarías a cuidarlo?

- ¡Sí, mami! ¡Sí! Yo te ayudaría en todo. - dijo convencida.

- ¿Me lo prometes?

- Lo prometo, mami. - asintió.

- Entonces, puedes apuntar ese deseo en tu lista. - le guiñó un ojo - Pero tienes que pensar que el bebé tiene que crecer en mi tripita y tardará en salir. Porque tiene que estar creciendo durante nueve meses.

- ¿Aquí? - Alexis tocó la tripita de su madre - ¿Aquí dentro?

- Sí, cariño. Aquí dentro. - Kate puso una de sus manos encima de la de Alexis.

- Vale mami. Esperaré. - se abrazó a ella.

- Ahora, intenta dormir un poco más, es muy prontito. - besó su cabeza.

- Hmmm... Es que quería preguntarte.

- Lo sé cariño. Ahora descansarás sin esa preguntita rondando en tu cabecita. - le volvió a besar y la aferró contra ella.

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Richard sonrió. Había estado escuchando la conversación. Quieto. Muy quieto. Controlando hasta su respiración. Quizá su hija había llegado al mundo sin una madre, pero la vida, le había devuelto con creces, ese gran error. Esperó hasta que escuchó la respiración acompasada de la pequeña y se acercó un poco más a Kate.

- ¿Sabes? Yo también quiero apuntar en mi lista de deseos a ese bebé. - le susurró, dejando un suave beso en su cuello.

- Sabía que estabas haciéndote el dormido. - dijo bajito, sonriendo.