Capítulo 13

605 24 0
                                    

Lunes. 5.30 de la mañana. El teléfono sonando sin parar. Kate dormida. El repiqueteo sin cesar. Un intento. Dos. Tres. Cuatro. Hasta la quinta la inspectora no reaccionó, había caído en un sueño muy profundo tras su baño de relajación. Cuando escuchó a Espósito, supo al momento que algo nada bueno había pasado.

Un niño. 10 años. Castaño con ojos verdes. Unos padres en pleno proceso de separación. Una herencia multimillonaria por medio. Algún que otro enemigo. Un coche en pleno día frente a un colegio. Un guardaespaldas que no es capaz de defender a su cliente. Un menor que es arrastrado entre dos hombres, secuestrado en pleno día, en el centro de la ciudad. La mafia rusa como posibles sospechosos. Todos esos datos iban salpicando la mente de Kate mientras conducía a velocidad de vértigo hasta comisaría. Los padres habían estado esperando noticias antes de denunciar tal hecho. Habían llegado hacia las 4.00 de la mañana, completamente exhaustos pidiendo socorro.

****

Cuando la inspectora pisó comisaría, la tensión ya estaba latente en el recinto. La capitana hablaba incansablemente por teléfono mientras Espósito y Ryan intentaban consolar a unos padres destrozados. A escasos cinco pasos de alcanzarlos, su amigo y compañeros, le indicó con la mirada hacia el horizonte y se quedó blanca cuando vio que agentes del FBI estaban invadiendo una de sus salas. Aunque a los pocos segundos entendió mucho más el aspecto serio de Espósito cuando comprobó que el agente a cargo de la investigación no era otro que su ex pareja, Sorenson. La semana no podía comenzar de mejor forma.

****  

Ni siquiera supo cómo reaccionó tan rápido o por qué lo hizo así. Pero cogió su móvil y envió un mensaje a Richard pidiéndole que no comenzase con su colaboración hasta nuevo aviso ya que el caso que había llegado estaba en manos del FBI y estos se habían negado a tener un civil rondando. No quería engañarlo pero no estaba preparada para responder a todas las preguntas que Richard haría al estar dentro de dicha investigación. Sorenson. Un nuevo secuestro de un niño... Demasiados frentes abiertos. Y los recuerdos, torturándola.

- Está a cargo. - se acercó Espósito a Kate mientras está se preparaba un café - No te lo dije por teléfono para no alterarte.

- Lo sé. - tomó un sorbo - No entiendo que no se haya negado. Podría haberle pasado el caso a otro. Teniendo en cuenta el fracaso del anterior...

- Quizá haya aprendido de sus errores... - se encogió de hombros ante la mirada asesina de ella - ... quién sabe.

- Lo dudo. - miró hacia la sala invadida por sus enemigos - ¿Has visto cómo se mueve y como dirige? Sigue siendo el mismo. Hay gente que no aprende Esposito.

- Pase lo que pase, estaré pegado a ti. - le apretó el hombro - Por cierto, ¿Richard Castle?

- No vendrá. Le avisé. Ya sabes cómo es el FBI con ciertas cosas.

- Vaya... veo cierta intimidad entre vosotros... - en tono burlón.

- ¿Y qué si la hubiese? - le siguió el juego.

- Si él es el responsable de tus pequeños y positivos cambios... le doy la bienvenida con los brazos abiertos.

- ¿Tenéis a un nuevo compañero? - Sorenson apoyado en la puerta.

- Más o menos, ¿por? - Espósito desafiante.

- ¿Puedo hablar con ella? - Sorenson prefirió omitir su actitud.

- Tranquilo Espo... danos unos minutos. - asintió Kate.

Espósito bufó en susurros pero salió de allí haciendo caso de su amiga.

La sonrisa de su miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora