Suave. Tierna. Dulce. Así sentía Rick una caricia interminable por su cara. Se recolocó en la cama. Intentado seguir durmiendo. Y la caricia volvió. Tímidamente, fue abriendo uno de sus ojos y vio como Kate y Alexis le sonreían. Sintió que no hacía nada más en el mundo para ser feliz. Y anheló quedarse ahí, así, para siempre.
- Eres un dormilón papi. - le dijo Alexis apuntándole con uno de sus deditos.
- Hmmm... - adormilado.
- Tenemos un poquito de hambre. - siguió su hija.
- Hmmm... - era lo único capaz de contestar, mientras sus ojos se cerraban.
- Papi... - le tocó la nariz - No te duermas.
- Noooo... - susurró cerrando sus ojos.
- Papiiiii... - lo abrazó.
- Aunque me veas aquí, mi otro yo está ya en la cocina. - dijo bajito.
Kate rompió en una carcajada. - Eres único.
- Mientras sea el único para ti, me es suficiente. - abrió uno de sus ojos y le lanzó un beso.
- Qué rápido te has despertado ahora... - sonrió.
- Voy a rachas... - le guiñó un ojo, abrazando más fuerte a Alexis - ¿Y qué queréis para desayunar?
- ¡Tortitas con dibujo! - gritó Alexis.
- Hmmm... Lo imaginé... - besó su cabecita - ¿Algún dibujo en especial?
- ¡De Navidad! - Alexis.
- Aún queda un poco para Navidad... no sé si voy a tener tantos dibujos en mi cabeza. - Richard.
- Seguro que sí. - Kate se acercó hasta sus labios y lo besó.
- Creo que con este premio, mi creatividad se ha avivado. - le devolvió el beso.
- Pues ale, no tardes mucho. - Kate le dio un pequeño pellizco en sus mofletes.
- Solo me queréis por mis desayunos. - se quejó levantándose y saliendo hacia la cocina.
****
Alexis se acomodó entre los brazos de Kate.
- ¿Ya pasó el susto de la pesadilla cariño? - preguntó a la pequeña.
- Sí, mami.
- ¿Me quieres contar qué soñaste? - le pregunto bajito, en un tono en el que Alexis se sintiese cómoda.
- No sé...
- ¿Sabes que puedes contarme todo, verdad? - besó su cabecita.
- Sí. - se abrazó un poco más fuerte a ella - Soñé con ella. Me quitaba de tus brazos. Tú no podías cogerme. Ella me llevaba.
Kate notó como su niña adoraba temblaba al recordar su sueño. - Cariño, solo ha sido un sueño. Nunca pasará eso. Jamás podrá quitarme de tu lado. Siempre voy a estar contigo. Lo tienes que tener claro.
- ¿No vendrá?
- No, cariño.
- ¿Voy a estar siempre contigo verdad?
- Sí, cariño, conmigo.
- No me dejes... - le susurró.
- No, claro que no. - la inspectora abrazó a la niña todo lo fuerte que pudo para dejarle claro que estaba con ella. Ahora y siempre.
- ¿Y si viene? - preguntó con miedo.
- Si viene... no te soltaré. Te lo prometo. Te quiero tanto. No podría vivir sin ti, cariño.
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La sonrisa de su mirada
FanficRichard Castle la recuerda. Como si fuese ayer. Como si el tiempo no hubiese pasado. Y es que ella llegó a su vida de pronto, justo cuando más necesitaba una mano amiga, una mano a la que aferrarse y no saltar al vacío. Y cuando el destino vuelve a...