Richard se despertó. Miró su reloj. Las 4 de la mañana. Dio media vuelta, estampando su cara contra el respaldo del sofá. 10 minutos. Volvió a girarse. 10 minutos. Se levantó. Caminó cuatro pasos y se apoyó en la ventana. Sintiendo el frío de la noche.
Las luces de la ciudad seguían inertes. El tiempo continuaba su curso. Y él sentía que, una mala jugada, le había llevado de vuelta al casillero de salida.
- No puedes dormir. - Kate se asomó desde el pasillo.
- Kate... - se volvió y al verla de pie, corrió hacia ella. - No puedes estar de pie, tienes que descansar. Lo dijo el médico. Reposo absoluto. - la guio hacia el dormitorio, ayudándola a tumbarse y tapándola - ¿Necesitas algo? ¿Agua? ¿Algo para el dolor?
- Hablar. Necesito hablar Rick. - lo sujetó del brazo para que no se alease de ella. - He oído que no podías dormir y por eso me he levantado.
- No deberías. Tenías que haberme llamado. Yo me acerco, Kate. Tienes que seguir las indicaciones del médico para recuperarte fuerte. Recuerda que al menos tenemos que estar aquí un mes... y luego ya, iremos a rehabilitación o lo que necesites. - siguió de pie, como preparado para huir en caso de emergencia.
- ¿No puedes quedarte un rato aquí hasta que me duerma?
- ¿Tienes pesadillas?
- Quiero intentar dormir sin medicarme tanto...
- Pero Kate, el médico...
- Lo sé.
- Si no te has tomado todas las pastillas que te dejé, tienes que hacerlo. Tengo que cuidarte bien. - se sentó a su lado, mirándola.
- ¿Tienes? - preguntó con un hilo de voz, buscando en él algo más de complicidad de la que le estaba ofreciendo.
- Kate... Quiero cuidarte, así que, por favor, déjame hacerlo ¿sí? - miró al suelo, le costaba demasiado ver sus ojos, recordar sus besos y no poder acercarse a ella - ¿Has visto ese dossier que me pasó el médico? ¡Es todo un master para cuidarte! Y quiero hacerlo bien.
- Te cuesta mirarme tanto... - Alexis se movió y Kate comprobó que no habían despertado a la niña - Y es extraño, porque mi padre me ha explicado todo lo que yo le contaba de ti y creía que eras diferente, que nosotros éramos diferentes.
- Será mejor que me vaya a dormir o despertaremos a Alexis. - se incorporó para salir de la habitación.
Cuando estaba saliendo por la puerta escuchó movimientos tras él y al girarse vio como Kate intentaba incorporarse.
- Pero, ¿qué haces? - se acercó hasta ella, sujetándola por los brazos.
- Parece que es la única forma de que te acerques a mí. Sino, huyes. - le explicó molesta.
- Intento respetarte Kate. No molestarte. Entiendo que esto debe ser complicado para ti. Que te digan que somos pareja y que no recuerdes nada. Lo siento, pero me corto. Siento que no tengo derecho a acercarme demasiado. No me recuerdas Kate. Para ti, solo soy el joven escritor de novelas de misterio. - soltó cargado de exasperación.
- ¡Pero quiero recordar!
- Mierda... - susurró - No te culpo Kate. Si esa es la sensación que te he dado, no es verdad. Estoy enfadado, sí. Pero enfadado con la vida. Parece que se empeña en separarnos y juntarnos, como un baile raro. - pasó sus manos por su pelo, nervioso. - Tienes que echarte. Venga. Ayúdame, ¿sí?
- Entonces, ayúdame tu a mí, también, Rick. - lo frenó. No quería volver a aquella cama que lo alejaba tanto de él. Es cierto.
Tenía razón. No lo recordaba. Y debía de sentirse horrible por ello. Pero en su interior sentía una necesidad imperiosa por estar cerca de él. Nunca había sentido algo así.
ESTÁS LEYENDO
La sonrisa de su mirada
FanfictionRichard Castle la recuerda. Como si fuese ayer. Como si el tiempo no hubiese pasado. Y es que ella llegó a su vida de pronto, justo cuando más necesitaba una mano amiga, una mano a la que aferrarse y no saltar al vacío. Y cuando el destino vuelve a...