Aquella noche hubo algo más que una simple celebración. Kate y Alexis rompieron a reír cuando el botones del hotel llamó a la puerta con tres carros de comida. La cara de poema del empleado fue ostensible al ver que, toda aquella comida, iba destinado solo a ellos. Pero así era Richard. Cuando estaba feliz, no veía límite. Y Kate estaba aprendiendo a dejarle cierto margen porque verle feliz era lo más importante que tenía entre sus manos.
- ¡Papi! ¡Qué cantidad! - se agarró a su pierna.
- Calabaza... - alzó a su hija - Ahora mamá tiene que comer por dos.
- ¡Oye! - se quejó Kate, acercándose hasta ellos - Eso no vale... - rio - No me eches a mí la culpa de esta exageración de comida.
- Pero tenemos que celebrar.
- Si nos comemos todo esto, mañana no nos levantamos de la cama.
- Bueno, no pasa nada... - se encogió de hombros - A mí me gusta estar en la cama con mis dos mujeres.
- Ahora somos uno más, papi... - le recordó Alexis.
- Es cierto... Ahora cereza también estará con nosotros. - Richard besó su cabeza.
- Yo soy calabaza... Y el bebé, cereza.
- Hmmm... ¡Vamos a montar una tienda de verduras y frutas! - gritó Richard haciendo cosquillas a su hija.
- ¡Papi! ¡Papi! ¡Que me rio!
- De eso se trata, calabaza... - la alzó por encima de su cabeza para hacer el avión y Alexis estiró sus bracitos, feliz - Buscando aterrizaje...
- En frente papi. - indicó Alexis el sofá.
- Descendiendo... - se acercó hasta el sofá para dejar a Alexis bocabajo - Buen aterrizaje, calabaza. Prepárate que venimos con la cena, volando.
****
Cuando Rick se dio la vuelta, se encontró con Kate. Quieta. Con su cabeza un tanto inclinada hacia la izquierda. Jamás había visto a nadie esa mirada. Llena de ternura. De orgullo. De amor. Y toda ella, iba dirigida a él. Se sonrojó. Tímido. Agachó un poco su mirada, acercándose a ella. Buscó sus labios y los rozó suave, presionando lo justo. Posicionó sus manos en sus caderas y la acercó hasta él. Profundizó el beso. Coló su lengua y rozó la de ella. Y cuando se dio cuenta que no podía dejarse llevar, le dejó un tierno mordisco en su labio inferior y apoyó su frente a la de ella.
- Rick... - susurró encantada.
- Me has mirado así... No he podido resistirlo. - le dejó un beso en la nariz.
- ¿Ah, sí? ¿Y cómo te he mirado? - preguntó haciéndose la desinteresada.
- Sabes muy bien cómo. Nadie me había mirado así. Jamás.
- Me gusta ser la primera.
- Eres la primera en muchas cosas.
- Lo único que me interesa es que nuestros hijos y yo seamos los primeros en tu corazón. - sonó tan honesto, tan sincero, tan de verdad, que a Richard le atravesó un tremendo escalofrío. Kate fue testigo de cómo su bello se ponía de punta. Sonrió. Nunca negaría que le fascinaba tener esa reacción en él.
- No lo dudes nunca.
- No lo hago, mi vida. Soy consciente día a día.
- Vamos a comer y luego nos echamos juntos en la cama y vemos todas las películas que seamos capaces.
- ¿Qué haremos mañana?
- ¿Qué quieres hacer?
- Tengo un pequeño plan... - se hizo la interesante.
![](https://img.wattpad.com/cover/95551097-288-k702236.jpg)
ESTÁS LEYENDO
La sonrisa de su mirada
FanfictionRichard Castle la recuerda. Como si fuese ayer. Como si el tiempo no hubiese pasado. Y es que ella llegó a su vida de pronto, justo cuando más necesitaba una mano amiga, una mano a la que aferrarse y no saltar al vacío. Y cuando el destino vuelve a...