La crema de chocolate y el delito navideño
¡Dios! Olvidé que debía llamar a mis padres para avisarles que no pasaría Navidad con ellos, pero con todo lo que ha pasado últimamente, era algo lógico que la Alice olvidadiza tomara el control. Además, no creo que a mis padres les importe realmente el hecho de que no pase Navidad en casa.
—Mamá —pronuncié apenas tomé mi celular.
—Mi amor, ¿cómo estás? —respondió al otro lado de la línea.
¡Vaya! Ahora sí era una madre amorosa...
—Pues... bien.
—Te llamaba para averiguar a qué hora llegaba tu vuelo mañana.
Y ahí estaba el verdadero motivo de su llamada. El lío era cómo iba a decirle que no iría. Quizá, si contaba con algo de suerte, ellos tendrían trabajo extra o unas vacaciones forzadas por todo el Caribe, y no tendría que fingir tristeza por mi ausencia.
—¿Mi... vuelo? —repetí con la voz más inocente que pude fabricar.
—Sí —suspiró con tono cansado—. ¿A qué hora llega? No me digas que se te olvidó comprar el pasaje...
—No, no. Eh... yo...
—¿Tuuu? —alargó la palabra con sospecha.
—Mamá, no voy a pasar Navidad con ustedes —dije, soltando todo el aire que tenía acumulado en los pulmones. En ese momento, incluso olvidé cómo respirar.
—¿Qué? —preguntó perpleja.
—He decidido que pasaré Navidad aquí, pero viajaré para Año Nuevo. Solo será una semana.
Hubo un silencio largo al otro lado, hasta que finalmente respondió:
—Sabes que nunca te cuestiono, así que si te parece mejor viajar en Año Nuevo... entonces a mí me parece bien.
—Vale. Entonces saludos a papá, a mi nana y a Anna.
—Cuídate.
Y colgó.
Vaya. Tanto estrés... para nada.
[...]
—¿Y bien? —preguntó Elif apenas volví a la sala.
—Pues... pasaré Navidad con ustedes.
Todos celebraron como niños pequeños. Excepto Jasper.
—¿Qué pasa? —pregunté mientras me sentaba a su lado.
—No estarás en Año Nuevo, ¿cierto?
Asentí. Lamentablemente, tendría que viajar para esas fechas. Quería ver a mis familiares. Aunque tengamos muchas diferencias y tal vez no siempre nos llevemos bien, son mi familia, y los extraño.
—Pero no te preocupes, solo estaré una semana allá —dije mientras lo besaba suavemente.
[...]
Esa tarde, nos dedicamos a poner la casa a tono con el espíritu navideño. Por más cliché que suene, entre luces de colores, guirnaldas mal colgadas y adornos que parecían salidos de una tienda de segunda, el ambiente se volvió... mágico. Hasta Elif, que normalmente se queja de todo, estaba cantando villancicos con una media navideña en la cabeza como sombrero.
Jasper y Liam intentaron montar el árbol de Navidad. Intentaron. Porque después de veinte minutos, el árbol estaba torcido, con una rama rota y una estrella en la punta que parecía estar escapando por su vida. Jorge, en su papel de juez estricto, solo miraba con desaprobación mientras tomaba notas mentales para "redecorar todo" después de que nos cansáramos del caos.

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ERES MIA - #PGP2025
VampirosUna ciudad helada. Tres miradas que la queman. Y un secreto enterrado bajo su piel. Alice llegó a Alaska buscando empezar de cero. Lo que encontró fue todo lo contrario: Aaron, con su magnetismo peligroso y una intensidad que asfixia. Dominic, que l...