Capitulo |11•|

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Seis llamadas perdidas

Después de una cena que, contra todo pronóstico, no terminó en caos ni drama —algo sorprendente considerando que vivimos con siete hombres hormonales—, subí a la habitación con la excusa de que necesitaba ir al baño. En realidad, lo que quería era revisar el celular que había dejado cargando desde que llegamos.

Me tiré en la cama de espaldas, con el estómago lleno y la cabeza un poco más ligera que de costumbre. Extendí el brazo hacia la mesita y desbloqueé el teléfono, esperando ver alguna notificación irrelevante... pero lo primero que apareció en pantalla me hizo soltar un suspiro entre culpable y confundido.

Seis llamadas perdidas de Jasper.

Mi corazón se detuvo por un segundo, como si necesitara procesar lo obvio. Revisé la hora. 8:12 p.m.

¡Mierda!

Habíamos quedado a vernos a las seis. Lo recordé todo de golpe, como cuando alguien te lanza un balde de agua fría en plena madrugada. Me incorporé de inmediato, sintiendo cómo la culpa me recorría de los pies a la cabeza. Ni siquiera sabía si él seguía esperándome. Ni un mensaje. Ni un reclamo. Solo las llamadas perdidas, silenciosas, como una especie de reproche pasivo-agresivo.

—¡Elif! —llamé mientras me calzaba las zapatillas al vuelo.

—¿Qué pasó? —respondió asomándose desde el baño con la cara llena de espuma limpiadora.

—¡Me olvidé de Jasper! ¡Habíamos quedado en vernos a las seis!

—¿Y apenas te acuerdas?

—¡No me juzgues, estaba distraída con los griegos mitológicos que tenemos por roomies!

Ella soltó una carcajada, pero igual me lanzó una toalla.

—Ve, corre. Pero escríbele algo, no te vayas a aparecer así como así, toda loca.

Tenía razón. Le escribí un mensaje breve mientras bajaba corriendo las escaleras: "Lo siento, acabo de ver las llamadas. ¿Aún estás por ahí?"

No esperé respuesta. Salí de casa y, en lugar de tomar algún taxi, decidí ir caminando. Después de todo, así ganaría tiempo para pensar... y para evitar seguir gastando dinero. Además, la cafetería no estaba muy lejos de la fraternidad.

Mientras caminaba por las calles cubiertas de nieve, con las luces de las casas encendidas y un frío que mordía la piel, me pregunté qué diría mi mamá cuando se enterara de que no iba a pasar la Navidad con ella. Quizás ni siquiera le importaba, pero ¿quién sabe? Tal vez les haga falta.

O la pasen mejor sin ti.

Vaya, gracias por los ánimos, voz interna tóxica.

A lo lejos, pude divisar a Jasper sentado en una de las mesas frente a la cafetería. Se veía tan hermoso y perfecto, como siempre. Estaba con la mirada perdida, jugando con una taza de café a medio terminar. Me sentí aún peor. Él había estado ahí... esperando.

Me acerqué lentamente, dudando si debía saludarlo de una vez o quedarme a espiarlo unos segundos más desde lejos. Definitivamente, Jasper era lindo. Lindo de una forma que incomodaba cuando uno se sentía como una basura humana.

Justo cuando iba a llamarlo, algo —o mejor dicho, alguien— me tapó la boca por detrás y me jaló hacia un callejón angosto entre dos edificios.

¡Ya me violaron!

—¡Suéltame! —grité, pataleando como una salvaje mientras trataba de golpear lo que fuera que me estaba sujetando. Sentí que mi puño impactó algo, pero no lo suficiente.

Estaba a punto de soltarle una patada en la entrepierna cuando logré ver su rostro.

—¡¿Dominic?! ¿Estás loco?

—Te voy a soltar, pero prométeme que no vas a gritar —dijo con la misma calma perturbadora que tendría un asesino serial.

Asentí con la cabeza mientras mi mente elaboraba siete planes de escape, todos poco viables, pero igual reconfortantes.

—Si intentas escapar, las cosas se van a poner feas —advirtió tajante.

Cuando por fin retiró su mano de mi boca, estuve a punto de soltarle una bofetada, pero me detuve al recordar la historia con Cassandra... ese tipo era capaz de romper un brazo sin pestañear. Por mi bien, decidí mantenerme calmada. Al menos por ahora. Después de todo, si solo quería hablar, podía escuchar. Escuchar no mata a nadie.

Por lo menos, eso quería creer.














Instagram: Tatiana_rojasb

ERES MIA  - #PGP2025Donde viven las historias. Descúbrelo ahora