Segunda oportunidad: capitulo 58

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En esos momentos Freddy y Golden se encontrando admirando desde afuera el zoológico, el segundo invito al primero a una cita en ese lugar. Ambos se adentraron al lugar con tranquilidad, parecían niños chiquitos por como miraban todo el lugar con asombro.

El trato entre ambos volvió a ser el mismo, solo con una pequeña diferencia. Los sentimientos de Golden ya fueron revelados y aunque no fuesen correspondidos no se rendía a intentar conquistar al de ojos azules. No podía saber si de algo estaba sirviendo porque Freddy siempre era alegre y amable con todos a su alrededor.

– Es adorable ¿No lo crees? –pregunto Freddy mirando al gorila, el rubio lo miro alzando una ceja, el castaño tenía una definición muy rara de adorable porque en esos momentos el animal se estaba rascando el trasero. Pero con verlo divertirse le era suficiente, sonrió de lado notando que parecía un niño pequeño, aunque el también parecía uno y quien diría que esa sería la primera vez que va al zoológico. Siguieron paseando un rato más observando a los demás animales hasta que se detuvieron frente a los osos.

Al parecer se toparon con un grupo de personas que estaban haciendo un recorrido con guía, un joven el cual les explicaba todo sobre cómo viven y cosas que les valía a ambos ya que se encontraban concentrados en los pequeños ositos bebes que jugaban entre ellos.

– Mami ¿Qué están haciendo los osos? –pregunto una pequeña niña, ambos voltearon a verla y luego a la dirección que apuntaba, se pusieron rojos al notar que los animalitos estaban trayendo a otro integrante de la familia.

– Solo están jugando –contesto el padre de la pequeña mientras algunas personas grababan a los animales para hacer memes en internet, en ese momento Fred no se contuvo y tomo el control. Cuando los padres se distrajeron se acercó.

– Mira pequeña –empezó a decir recargándose en el baranda con una sonrisa confiada–, lo que esos dos hacen es darse amor.

– ¿Amor?

– Si niña, están copulando –respondió divertido al notar la reacción Golden quien tenía los ojos abiertos de par en par.

– ¿Copulando? –curioseo la niña, el de ojos negros sonrió de lado, se iba a dar el gusto.

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– Felicidades, acabas de traumar a una pequeña de cinco años –le dijo Golden sarcástico a lo que el chico rio.

– Cálmate, le hice un favor, así sus padres no la hacen tonta –le respondió sin inmutarse, mientras tanto Freddy estaba en una esquina meciéndose porque Fred no tuvo ninguna clase de tacto a la hora de decir las cosas como eran.

­– Como sea –murmuro el rubio soltando un suspiro–, mejor hay que seguir –sugirió, en ese momento Freddy retomo el control y asintió de forma rápida y nerviosa.

– Quiero ver al elefante, vamos –le tomo de la mano y se dirigió a donde antes menciono, su acompañante se dejó guiar gustoso. Ya estando ahí se sentaron en una banca cercana para ver como alimentaban al animalito. Mientras tanto estuvieron hablando un rato sobre los otros animales que vieron.

– ¿Por cierto, no crees que ya es tarde? –pregunto Freddy notando que ya se empezaba a poner el cielo naranja. Golden también se sorprendió al notar lo rápido que paso el tiempo.

– Si tienes razón, es que cuando estoy contigo el tiempo pasa tan rápido –declaro guiñándole un ojo provocando una risa en el castaño–, vamos, te llevo a casa que está lejos –ofreció levantándose del banco.

– Si no es molestia –le respondo Freddy también levantándose, el rubio niega.

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Ya casi anocheciendo llegaron a casa de Freddy en la limosina de Golden, el rubio miro la pequeña construcción de dos pisos que era el hogar de su amado, se volteo para avisarle a su amigo que ya habían llegado pero se quedó en silencio al notar que se quedó dormido.

– ¿Y ahora qué hago? –susurro para sí mismo ya que no quería despertarlo, pero tendría que hacerlo, lo movió un poco–, hey Freddy, ya llegamos, levántate bello durmiente –bromeo, el chico de apoco abrió sus ojos soltando un bostezo.

– ¿Uh? ¿Ya llegamos? –pregunto adormilado, levanto la mirada encontrando la de Golden quien lo miraba algo ruborizado–, ¿pasa algo?

– No, no, es lo que... –intento decir pero na sabía que excusa poner–. Es que eres demasiado adorable para mí.

– Bueno, si tú lo dices –contesto el chico y se bajó del auto, Golden le siguió y acompaño hasta su puerta–. Gracias por haberme invitado, me divertí mucho este día –le dijo alegremente–, sin contar las idioteces que dijo Fred.

Oh vamos ¿me negaras que fue divertido ver su cara de traumada? –pregunto el nombrado burlón.

– Idiota, eso eres, un idiota ¿Cómo se te ocurre contarle a una niña que no sabe nada de la vida sobre tener relaciones sexuales? Le cagaste la infancia.

Sobrevivirá –respondió en un tono monótono.

– No fue nada, a mí también me encanto estar conti... digo, ir al zoológico, fue divertido –le respondió Golden. Freddy se iba a voltear para abrir la puerta pero en ese momento salió la madre del chico quien al verlos sonrió dulcemente.

– Hola Golden, hola Freddy ¿Qué tal les fue?

– Muy bien señora, fue una experiencia encantadora –respondió el rubio con una sonrisa encantadora y tono respetuoso.

– Me alegra saberlo ¿No te gustaría pasar a tomar algo? –pregunto la mujer.

– No gracias, me están esperando –indico apuntando a la limosina–, pero es muy amable su oferta.

– Oh lastima, será para la otra, es más deberías venir un día de estos a comer –le ofreció, el chico asintió.

– Sera un gusto.

– Señor Golden, nos tenemos que ir –aviso el chofer, el chico asintió.

– Bueno ya me voy, que tenga una linda noche –se despidió el chico de la mujer–, nos vemos mañana Freddy –le dijo dulcemente al castaño quien asintió despidiéndose con la mano de su amigo. Una vez notaron la limosina alejarse se adentraron, fue entonces que encontraron a un chico pelimorado en la sala tomando leche mientras comía galletas.

– ¿Bonnie? –pregunto el castaño confundido.

– Hola, vine para chismear sobre tu cita y de paso me quedó a dormir –le aclaro acercándose sin dejar de comer.

– Oh, pues vamos a mi cuarto –le dijo sonriendo–, buenas noches má.

– ¿Eh? ¿No quieres cenar? –pregunto la mujer antes de que se fueran.

– No tengo hambre, chao –se alejó corriendo con Bonnie al piso se arriba, la mujer rio.

– Ay estos niños.

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¿Qué son ustedes, pasiv@s, activ@s o versátiles? Yo sería mayormente activa, pero hay 5 personas por las que me dejaría dar, al resto del mundo le doy o nada. (Nota: Todas son mujeres, exacto, solo por mujeres me dejo dar 7u7)

Segunda Oportunidad. (Golden FreddyxFreddy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora