Segunda Oportunidad. (Golden FreddyxFreddy)

Segunda Oportunidad: Capitulo 3

Después de algunas horas en clases, aburridas para algunos, interesantes para una minoría, finalmente el sonido de la campana sonó, siendo música para los oídos de personas como Foxy y Bonnie, pero señales para Freddy, quien salió corriendo y llamando la atención de su equipo.

El castaño buscaba con la mirada por todo el pasillo, hubiese seguido así si no es porque choco con alguien, lo bueno es que ese alguien es a quien buscaba. 

– Lo siento, no me fije por donde iba –hablo apenado, la persona, o mejor dicho, la chica soltó una risa.

– No te preocupes –al terminar entre ambos se formó un silencio–. Bueno adiós –dijo a punto de irse, pero el castaño la tomo del brazo.

– Eh ¿Cómo te llamas? –pregunto amistosamente.

– Bueno, suelen llamar Toy Chica, ya sabes «Los Toy's», pero mi verdadero nombre es Joy –se presentó dulcemente, Freddy le regalo una de sus mejores sonrisas–. ¿Cuál es el tuyo osito?

– ¿Osito? –pregunto extrañado, ella solo otra risa, una la cual le pareció muy tierna al mayor.

– Sí, es por el sombrero que usabas el otro día –le aclaro, el castaño se sorprendió, no creyó que se acordara de un detalle tan simple.

–  Ya veo... mi nombre es Freddy, un gusto Joy.

– ¿A que quiere llegar con esto? –pregunto dudoso Fred, sin entender a qué iba todo aquello.

– Ya lo veras –le respondió–. Oye, déjame decirte que aquel día cantaste muy hermoso, definitivamente nos dejan la competencia muy difícil –comenzó a decir, mientras ambos se dirigían a la salida.

– Muchas gracias, pero ustedes también tienen talento –le dijo, pensando que los había juzgado mal.

– El talento es de Bonnie y Golden, yo no me puedo considerar bueno –rio nervioso.

– Vamos, seguro tu igual debes tener tu talento oculto –le sonrió.

– Sí, pero el talento es MIO –aclaro Fred a lo que Freddy rodo los ojos.

– Solo soy segunda guitarra, no tengo otro talento –menciono, finalmente llegaron a la puerta de salida.

– Y yo segunda voz, ya tenemos algo en común –soltaron una pequeña carcajada ante aquella declaración–, bueno te dejo, fue un gusto hablar contigo Freddy –se despidió mientras se echaba a correr, el solo hizo un ademan con la mano.

– ¿Qué fue eso?

– La parte uno de mi plan. Ahora buscar a Golden, espero que no se haya ido –pensó rascando su cabeza.

– Tampoco tienes que hacer de pañuelo para ese rubiecito, que lo supere –lo contesto irritado.

– Lo dice el que quiere golpear a un niño –se burló.

– Pero él se lo merece, se metió con lo mío –su comentario logro que Freddy soltara una risa y retomara su camino dentro del instituto, hasta finalmente dar con su objetivo.

– ¡Golden! –lo llamo, el rubio volteo a verlo con una expresión cansada pero intentando sonreír.

– Hola Freddy.

– ¿Te encuentras bien? –pregunto pero al instante se dio una cachetada mental, claramente estaba mal, pero no sabía como sacar el tema.

– Si, si claro –respondió nervioso, no quería preocupar a sus amigos.

– Mentira, se que en estos momentos lo debes estar pasando difícil, se notaba lo mucho que ella te gustaba –intento animarlo, cosa que no era lo suyo como podrán ver.

– La verdad sí, pero no quiero que ellos se enteren, no quiero que Chica se sienta mal –le contesto ya con un tono desanimado.

– Pero no debes guardártelo para ti solo, me tienes a mí y si te pasa algo puedes decírmelo, tal vez no sea la mejor opción, pero siempre estoy dispuesto a oírte –le reconforto poniendo una mano en su hombro.

– Gracias –le dio una pequeña sonrisa.

– ¡Alerta diabetes!

– Venga, subamos esos ánimos –le dijo comenzando a dirigirse a la salida, por segunda vez en el día, Golden le siguió.

– Tienes razón, gracias, necesitaba sacarlo –dijo, a pesar de que los dos sabían que en el fondo seguía mal.

– Bueno nos vemos mañana –hablo Freddy despidiéndose con la mano, siendo correspondido; en cuanto ya no vio al castaño, Golden soltó un suspiro.

– Tal vez sea lo mejor –pensó antes de dirigirse a la limosina que lo esperaba.