Segunda Oportunidad. (Golden FreddyxFreddy)

Segunda oportunidad: capitulo 72.

– ¿Tienda de animales? –pregunto Golden confundido.

­– Ya sabes, el contexto es lindo, los gatitos, los cachorros, los conejos...

– ¿Corazón de melón?

– Si... ¡Bueno! Se me acabaron las ideas y tu simplemente tonteas, llevas dos meses en esta situación.

– Mes y medio...

– ¿¡Qué más da!? Se conocen desde hace casi un año.

– Cuando lo conocí estaba por Chica –mascullo.

– ¡Pos dile a tu Chica que te ayude! ¿Sabes qué? Bye –puso una pose diva–, me voy a ver la Margarita de San José –apago la videollamada.

– ¿Ahora que...? Ya lo invite –se preguntó el chico, se tiro en la cama para rodar en ella manteniéndose en posición fetal–. ¿Qué estará haciendo ahora?

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– ¿Es necesario que lo haga con un cepillo viejo? –cuestiono el castaño a su madre mientras limpiaba el piso del baño.

– Eso ocurre cuando desobedeces a mamá y no me dejas ver el señor de los cielo.

– ¿¡Y luego se pregunta porque no la quiero!?

– ¿Qué estará haciendo Golden? –se preguntó Freddy recordando que en dos horas tenían una cita.

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– Veamos, si lo llevo a comer se verá muy cliché y típico, pero igual come por diez –empezó a pensar el chico, al terminar sus reflexiones comenzó a darse contra la almohada–. Golden piensa en gatitos, los gatitos son lindos, nadie puede enojarse con gatitos... ¿Cómo se vería Freddy con orejas de gatito?

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– Que monos –susurro Freddy mirando a los animales, Golden al final termino aceptando la idea de Sharon y fueron a la dichosa tienda.

– ¿Qué tal si vemos a los perritos? –propuso el rubio sonriendo entretenido, el chico asintió con algo de emoción. Los dos se acercaron con los mencionados, uno de ellos se acercó al cristal que los separaba de la libertad y coloco su patita, Freddy se acercó y coloco su mano ahí. Muchas chicas alrededor miraron la escena con ternura y otras tantas con morbo al ver el sonrojo de Golden.

– Pero si es una cosita linda –chillo Fred mirándolo detenidamente, el animalito era color canela con sus ojitos verdes. Golden solo soltó una risa al escucharlo por lo que el chico se ruborizo.

– Cuando actúas así no pareces tan irritante –se burló.

– Cállate Barbie –se quejó por lo bajo, ambos siguieron deambulando por ahí hasta llegar a la zona de los pollitos–, ese me recuerda a Chica –apunto a uno que piaba asustando al resto de sus compañeros, como si los estuviese regañando, los dos chicos soltaron en risas al compararlo con ellos.

– A mi ese me recuerda a Bonnie –el riquillo apunto a un conejo el cual se acercaba a acosar a los demás, por cómo se acercaba pegando sus caras se parecía mucho al chico mencionado, volvieron a reír.

Los tres siguieron avanzando pero con Freddy tomando el control, llegaron a la sección de los reptiles donde se acercaron a ver a las iguanas.

– Yo antes tenía una –comento Golden.

– ¿Enserio? –pregunto Freddy curioso, pero con una sonrisa plantada en su rostro.

– Si, se llamaba Tito, mi padre era alérgico al pelo de los animales y como yo quería una mascota se le ocurrió traérmelo.