Segunda Oportunidad. (Golden FreddyxFreddy)

Segunda oportunidad: Capitulo 36

Ahora Fred y Freddy tenían un nuevo problema, Golden ofreció llevarlos de regreso a casa pero igual tenían que llevar a Joy. El castaño sabía que era mala idea seguir los planes de su otra personalidad.

– Mierda, mierda –murmuro lamentándose en el baño.

– ¡Yo me encargo!

– ¡No! –los hombres presente lo vieron extrañados y algunos con reproche–. Lo siento...

– ¿Y ahora qué?

– Tengo una idea... –saco su celular y marco a la única persona en la que confiaba para sacarlo de tal aprieto.

– Hola Freddy –escucho al otro lado la tierna voz de Bonnie.

– ¡Necesito tu ayuda urgentemente! –volvió a gritar recibiendo otra vez las miradas de reproche–. Perdón.

– Explícame.

– InviteaJoyaunacitaperoGoldenmeinvitoaunasalida

– PeroyodemensonomeacordequelacitaconJoyeraelviernesyacepteir conGoldenesemismodía.

– ComoGoldenhizounareservaciónenunrestaurantenopudeposponer

– YJoynopuedesalirelsábadoynopodíacancelarleasíquesemeocurriolabrillanteideadetraerlaalmismorestauranteyconlaexcusadeiralbañoestuvecambiandodemesaenmesaypoderirconambosalasalida

– PeroahoraGoldenmequiereacompañaracasaynopuedodejarqueJoysevayasolaporqueesoseriademuymalaeducación –al acabar de hablar respiro entrecortadamente, todos en el baño le miraban extrañados.

– No te entendí nada...

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– Entonces se me ocurrió venir aquí a comprar comida para no tener que cocinar después en casa –comento Bonnie a Golden mientras Freddy, o más bien Fred, iba a dejar a Joy a su casa, la cual estaba cerca del restaurante.

– Ya veo –el rubio sonrió animado, miro al baño porque Freddy ya estaba tardando mucho.

– Aquí entre nos, es indigestión –le susurro mirando igual al baño.

– ¿Qué?

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– Gracias por traerme a casa –hablo Joy al llegar a la puerta.

– Claro, no hay problema, nos vemos otro día –Fred le dio su beso en la frente y ambos se despidieron con un ademan, cuando vio que la rubia entro a su casa salió corriendo de regreso al restaurante.

– Admite que fue divertido.

– ¡No lo fue!

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– Adiós –se despidió Bonnie pero antes le susurro a Freddy–. La próxima organízate con las fechas –murmuro burlón, mostrándole una sonrisa ladina.

– Cla... claro –sonrió avergonzado. Cuando volteo a ver a Golden tenía una mirada de molestia lo cual lo confundió.

– Lamento actuar raro toda la...

– No hay problema, fue divertido –sonrió al chico de ojos azules, el correspondió aunque desvió la mirada–. Entonces ¿Me permite llevarlo a casa, my lord? –bromeo a lo que Freddy soltó una risa.

– Encantado Monsieur –acepto a lo que ambos sedirigieron a la salida carcajeándose.