Segunda oportunidad: Capitulo 116

802 137 224
                                    

Los ojos de ambos se conectaron, verde y rojo, mientras Bonestrong se escuchaba de fondo, el peli morado miro dudoso a sus amigos quienes miraban a Bon con un rostro de "Ya tardabas imbécil". Freddy le devolvió la mirada y le invito a seguir. Sin pensarlo más, saco su guitarra y empezó a seguirle el paso.

Esas sonrisas retadoras, miradas afiladas, auras llenas de competitividad, pero un sentimiento común y apasionado, como la primera vez. Todos aquellos sentimientos por los cuales ambos tenían tan buena relación y que un simple ataque de nervios arruino.

Mientras ellos le dedicaban su mente a tocar lo mejor que podía, Fredy y Freddy miraban felices a su amigo, quien parecía tan vivo a lado de su maestro, después de un rato el oji azul soltó una risa.

– ¿Qué pasa?

– No nada, es solo que... ambos somos muy similares.

– ¿Similares?

Joy miraba desde su asiento al par de forma emocionada, sabía que Bon no podía fallarles. Miro en dirección de los funtime quienes igual estaba entusiasmados por la repentina aparición del peli turquesa, insultarlo hasta el cansancio si sirvió de algo.

Mangle y Toddy se miraron dudosas, no entendían que estaba pasando y por las muecas de Joy, parecía que estaba implicada en lo que sea que esté haciendo Bon.

Una vez el show de los "conejitos finalizo, los aplausos no se hicieron de esperar, la gente estaba fascinada por el talento de ambos. El peli turquesa bajo del escenario para acercarse al oji rojo.

– Vaya, tiene rato que no me divertía tanto –comento Bon sonriéndole y después extendiéndole la mano, Bonnie lo miro parpadeando confundido, pero sin más la acepto.

– Si... buen trabajo... Bon.

-------------------------------------

– Auch, no empujes –se quejó Félix.

– Shh, nos van a oír –regaño Golden.

– ¡Miren, miren! –señalo Abby.

Los Funtime, Golden, Freddy y Fred, estaban detrás de unos arbustos donde espiaban a Bon y Bonnie, quienes querían hablar en "privado". Los dos estaban en silencio, al oji verde le temblaban hasta las orejas.

– Entonces... –empezó a decir Bonnie, algo incómodo–. ¿Hola?

– ¡Lo siento! ¡Por favor perdóname! ¡Fui un gran idiota! –exclamo el menor arrodillándose ante él, tanto el peli morado como sus acosadores parpadearon confundidos, no se esperaban esa reacción–. Yo... había prometido estar ahí, protegerte y mira, solamente te hice daño, dije cosas horribles de ti, cuando tú nunca me criticaste a mí y mis errores, fui un cobarde, que no se atrevía a aceptar que me importabas, que te tenía aprecio, que yo te quiero y luego no te di la cara, me escondí de ti, ¿pensando que me odiarías?, no, temiendo enfrentarme a la situación.

– E...esto, no puedo con esto –murmuro Abby con lágrimas en los ojos y pañuelo en manos, Félix y Fede estaban igual, Golden y Lily solo miraban con tristeza la escena y Freddy...

– Lo lamento, si me odias y no quieres saber nada de mí, yo... lo entenderé, pero esto nunca fue tu culpa, yo soy el único que no supo enfrentar sus sentimientos... que patético –concluyo mientras lloraba. Nuevamente todo quedó en silencio, había cierta tensión en el ambiente.

– Maestro –murmuro el oji rojo acercándose y abrazándolo por la cabeza, pues seguía en pie, sorprendiéndolo–. Mentiría si dijera que no me molesto, pero sobre todo, me sentía herido, era raro, como si de repente todos los golpes de los nigthmares empezaran a hacerme afecto, dolía aquí –se tocó el corazón.

– En realidad, los sentimientos vienen de la cabeza, más precisos, del hipotalamo –señalo la peli azul de los funtime.

– ¡Lily! –regaño el resto.

– Pero luego empece a pensar en lo que yo hice mal, tal vez fui muy encimoso o me vi muy acosador, no lo sé, pero oírte decir esto, se siente cálido y me hace feliz, es extraño.

No creo que sea necesirio señalar quien estaba hecho un tomante andante.

– Un gran amigo mío me enseño, a travez de sus experiencias, a perdonar y olvidar, que todos merecemos una segunda oportunidad y también...

Freddy se inco y alzo sus brazos hacia el cielo, ganando las confundidas miradas de todos–. Pareciera que estas haciendo un ritual –bromeo Félix.

– Que no siempre tenemos que entender a las personas, solo es estar ahí y quererlos; que no es necesario pedir explicaciones, solo darles apoyo; que si de verdad existe un lazo fuerte, sabremos pedir y dar disculpas; aceptar a esas personas con todo y defectos y tambien saber aceptar los tuyos; eso es lo que fortalezera nuestra union, recordar que nunca estamos solos.

Bon le miro unos segundos y sonrío avergonzado, de verdad que este chico le hacia sentir débil en todos los sentidos–. ¿Sabes? Tu me...

– ¡Eso es lo que hacen los amigos! –finalizo feliz, tomándolo por los hombros y mostrándole la sonrisa más tierna e inocente que formo en toda su existencia.

– ¡Fatality bitch! –exclamo Fred burlón, el resto simplemente miraba la escena con la boca abierta.

– Sin palabras –menciono Lily aun en shock.

– ¡Oh si! ¡Funciono! –celebro el castaño, todos voltearon a verlo.

– ¿¡Qué hiciste!? –grito Abby tratando de lanzarse contra él, siendo detenido por Félix y Fede.

– Solo envie mi poder friendzoneador a Bonnie –respondio orgulloso.

– ¡Hijo de...! –la pelirroja comenzó a forcejear para poder ir y darle una tunda–. ¡Tú, hijo del demonio, maldito, eso no se hace!

– Que cruel eres –comento un burlon Golde, el castaño rio.

– Que sufra un poco, además, no es imposible salir de la friendzone ­–le sonrío complice, acción que fue correspondida por su pareja.

– Aunque me des yaoi en vivo, nunca te lo perdonare –interrumpio Abby cruzandose de brazos, sacandoles una risa animada.

– Oh chicos ¿qué hacen aquí? –cuestiono Bonnie acercandose, Bon solo los miraba mal.

A la mierda ¡Retirada!

¡Tenemos un treinta y tres doce, repito, un treinta y tres doce! –exclamo Cosa Roja apareciendo de la nada, Fred se le quedó viendo con sorpresa y fue entonces que el espectro desaparecio de golpe.

– ¡Te dije que era real! –exclamo Freddy en voz alta, dejando desconcertados a todo, menos a Golden, que se dio un golpe en la frente, y Bonnie, quien solo rio.

– ¿Qué era real que...?

– N... no presten atencion –interrumpio al pelirosa con nerviosismo.

– Entonces ¿qué hacen aquí? –volvió a preguntar Bonnie, poniendo nerviosos a los demás.

– ¿Platicando? –respondió Abby tensa.

– Ah –solo eso dijo el chico mientras los miraba, en sus ojos podía leer un: "¿Me quieres ver la cara de estupida?"

– La verdad, nos dio curiosidad y vinimos de chismosos –respondió Freddy pasando un brazo por los hombros de su amigo.

– Ya lo sabia, pero queria escucharlo –concluyo sonriente, el resto tenia una "poker face"–. Hacian mucho ruido.

– Bueno, da igual –concluyo Abby rendida. Golden se acercó a Bon y puso una mano en su hombro.

– Nunca nadie dijo que sería fácil –le dijo con compasión.

– Me alegra recuperar la amistad de mi maestro –comento Bonnie apareciendo entre ellos.

– Cada vez que lo dice... duele.

– Lo se amigo, lo se –murmuro el rubio dandole una palmaditas en la espalda.

– ¡Oh Bon! ¡Mangle nos busca! –interrumpió Joy saliendo de unos arbustos, ella se apresuro a llevarse al pobre guitarrista–. Bienvenido al club.

Segunda Oportunidad. (Golden FreddyxFreddy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora