Capítulo 43

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«Así prometan que siempre estarán juntos igual se separarán.»

Elizabeth Evans.

Miré la foto de mi abuela en mis manos, una lágrima bajó por mi mejilla y la limpié rápidamente para no arruinar el maquillaje.

Una llamada en mi teléfono me hizo guardar la foto en mi cartera y atender:

◇-◇-◇-◇-◇

—¿Bueno?

—Señorita Elizabeth, es Antonella. Llamaba para avisarle que la mudanza a sido realizada exitosamente, las cosas ya se encuentran en la casa, el jardín a sido chequeado tal cual usted lo ordenó y las cosas fueron localizadas a medida. California, Fresno. Clima de montaña increíble, el bufete está a unos pocos metros, la guardería a tres casas, el colegio más allá, buena localización. —me explicó ella.

—Perfecto, ¿ya le entregaron la propiedad su nuevo dueño?

—Sí, llaves y papales en mano.

—Perfecto. Yo volaré hoy mismo, si todo sale bien, ya no hay nada que me mantenga en Alabama.

—Me parece genial, acá estará el equipo esperándola.

—Gracias, Anto.

—A sus órdenes, Elizabeth.

⇨◇-◇-◇-◇-◇

Corté la llamada.

Todo estaba bien, empezaría una nueva vida, con mi bebé. Una donde nada me haría daño, donde nada me lastimaría, empezaría de cero.

No es como que yo hubiese planeado todo esto de ayer para hoy, no, lo planeé desde que murió la abuela, estar aquí solo me destrozaba un poco más.

La casa de la abuela fue dividida en partes iguales a sus hijos, incluyendo a mi madre, claro está, mi apartamento estaba en venta desde hace cuatro días, ayer gracias a Dios lo logré vender. Había hablado con mi madre, con Nate y con Harper y todos estaban de acuerdo, no faltaron las lágrimas y los llantos por parte de mi madre, eso me destrozó pero así estaría mejor.

De Connor no quería saber nada. El yeso en mi muñeca solo me hacia odiarlo más, nunca pensé que fuese a lastimarme, y al enterarme que fue bajo los efectos de la droga solo complicó las cosas. Lo odié aún más por hacerme recordar, por repudiar todo lo que tuviera que ver con drogas.

Simplemente porque me hizo recordar aquél día en que mi padre casi me mata.

Había llegado de viaje, no sabíamos por qué, no llegaría ese día, recuerdo que entró a la casa con la escopeta en mano, sus ojos inyectados en sangre, solo gritaba que quería hablar con mi mamá, yo era inocente y no sabía bien que estaba pasando, yo hablaba con él, lo quería hacer reaccionar, quería que me mirara y me dijera que todo estaría bien, pero eso no pasó, recuerdo haber gritado cuando él me apuntó con su escopeta y me disparó.

Así por así, un disparo en la pierna el cual casi me deja inválida. Sólo porque estaba drogado hasta la médula.

Desde ese día no hablé directamente con mi padre, cuando él se quería acercar a mi me alejaba, lo ignoraba cuando hablaba, incluso no me importaban sus llantos al pedirme perdón. De esa manera mi padre murió ese día para mí.

La única que me consoló y cuidó fue la abuela, ella me dijo que todo estaría bien, que todo pasaría. Mi madre peleó con él y a la semana volvieron, en ese momento la odié por ser una tonta.

Mentiría si dijera que ya no les guardo rencor, a los dos, por igual.

Qué Connor me hiciera eso solo fue como si de repente en mi sistema se activará un mecanismo de defensa para alejarlo, y así lo haría. No lo quería ver más nunca en mi vida, ni en la de mi hija.

No quería a un jodido drogadicto cerca de nosotras.

Así que adelanté los papeles del traslado, hice mi carta de renuncia y pronto me alejaré de todo lo malo de esta ciudad, de todo lo que me hace daño.

Añoche después de haber ordenado a los guardas de seguridad sacar a Connor de mi habitación, sí eso fue lo único que hice, grité y el doctor junto a dos guardias de seguridad entraron y sacaron a Connor, el doctor me chequeó y me dijo que estaba bien, que mi bebé estaba bien, y mi muñeca al ser rota tuvieron que hacer una pequeña operación para acomodar el hueso, por ese motivo tenía un yeso azul, lo pedí de colores porque así me veo más fabulosa, en mi mano. Volviendo al tema, pensé todo seriamente, Alabama solo me traía malos recuerdos. Algunos buenos pero en su mayoría malos.

Me miré bien, estaba en la camioneta, no podía arrancar, me jodía de cierta manera pensar en que hoy acabaría todo, terminaría con Douglas Spinelli y ayudaría a Tony. A mi lado masoquista le dolía pensar en la manera en que todo terminó, en la manera en la que mi hija no crecería con su padre ni su familia.

A mi lado masoquista le dolía saber que no volvería a ver a Connor.

Sacudí mi cabeza y me aseguré de que estaba bien, mi atuendo estaba perfecto, traía una falda tipo lápiz color azul rey con unos tacones color piel, una camiseta holgada blanca, sencilla y elegante, junto a un saco color blanco a juego con la cartera, mis accesorios eran dorados muy pequeños. Y mi yeso el cual también era color azul. A pesar de todo estaba fabulosa. Mi cabello recogido en un moño ordenado y mis lentes.

Miré los papeles, todo estaba listo. Me estaba dirigiendo hacia el juicio, hoy mismo  lograría todo lo que me había propuesto.

Hoy empezaría una nueva vida.

∆|∆|∆|∆|∆|∆|∆|

Volviiii.

Yeih, yo sé que me extrañaron.♥

En multimedia el atuendo que lleva Elizabeth.

Preguntas:

-¿Creen que está bien lo que está haciendo Elizabeth?

-¿Que opinan de su pasado?

-¿Lograra Elizabeth ganar el juicio?

-¿Que creen que pasará con Connor?

Chicas, si me ayudan respondiendo estás preguntas podré actualizar más rápido el siguiente capítulo. No sé olviden de votar y comentar.

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