📖Tesoros en la Biblia [Editando durante el 2022]

Enero 9

JOB III

"Yo sé que mi Redentor vive, 
Y al fin se levantará sobre el polvo."
Job 19:25

Sufrir no es fácil.
Y sufrir en silencio es una cosa absolutamente imposible.

Ya sé que este capítulo es de ayer, pero no podía dejar pasar la joya que es el capítulo 19. 
Como vimos,  después de siete días de estar completamente callado, Job no lo soportó más y rompió el silencio con fuertes declaraciones y exigiendo justicia, dado que había sido ultrajado de manera totalmente arbitraria. Aún así, desde el más hondo desánimo y desaliento, Job se levantó hasta la cumbre de la confianza implícita en la misericordia y el poder salvador de Dios. Fíjate con que aire de seguridad habló Job y con qué confianza se expresó: YO SÉ. 

¡Qué manifestación de seguridad tan hermosa!

El capítulo 19 del libro, había comenzado con duras declaraciones respecto a Dios: "es Dios quien me ha hecho daño, quien me ha atrapado en su red" (V.6) "Dios me ha cerrado el camino... ha cubierto de oscuridad mis senderos" (V.8), "... me destroza... me aniquila, y arranca de raíz mi esperanza" (V.10); y hasta había hablado del dolor que sentía porque nadie le mostraba compasión y parecía que todo mundo se había olvidado de él.
Pero derrepente, Job cesa abruptamente con sus quejas para dar paso a expresar su esperanza: "¡Ah, si fueran grabadas mis palabras, si quedaran escritas en un libro!" (V.23)
Y a propósito de esto, ahora nosotros somos testigos de que el deseo de Job se cumplió: ¡El Espíritu Santo escuchó y cumplió la petición del sufriente patriarca! Las palabras de Job, han quedado escritas para siempre en las sagradas escrituras, como testimonio de que Dios escucha cada queja, que registra cada nota de dolor y que no dejará impune el sufrimiento del género humano. 

Llegados a este punto, cuando ya había pedido lo que quería, Job declaró una de las frases más hermosas (y controversiales para el mundo de los eruditos)en el registro Bíblico: "Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte".
Esta sublime declaración, para algunos, representa una declaración profética sobre Jesucristo y su triunfo sobre la muerte; y para otros, la declaración es muestra su confianza en que Dios, al final de su vida terrenal lo justificaría.
Pero sea como sea (dado que no podemos ponernos a suponer cosas), Las palabras de Job constituyen sin duda, la expresión de fe más solemne que encontramos en todo el AT. y una de las más sublimes de toda la Biblia, dado que la hizo una persona que se sintió abandonada por Dios y despreciada por los hombres, por sus amigos; una persona que supo lo que es estar a prueba en este mundo, y separada de lo que más amaba.

¿Lo que dijo Job al principio era verdad? NO. Esas eran las palabras de un corazón desgarrado, un alma que estaba siendo incomprendida en su dolor, insultada. Fueron las airadas palabras de un hombre que en su desdicha, culpó a Dios de su situación, pero que, levantando la cabeza  y al ver un panorama más completo, no dudó en alabar a aquel que consideraba, sería su redentor, aún cuando no entendiese el presente. 

¿Sabes? Las cosas que realizamos tienen un gran impacto, seguramente Job no pensó que lo que él hizo quedaría registrado en la palabra de Dios. De igual forma, las cosas que hacemos en nuestra comunión con Dios día a día, pueden ser de gran impacto y ayuda no sólo a las generaciones venideras, sino incluso a nuestros vecinos y compañeros de trabajo/escuela que recibirán esperanza por nuestro testimonio.
Claro que sólo  recibirán esta esperanza si, como Job, afrontamos las situaciones adversas con la cabeza en alto, confiando en que al final, pese a que justo ahora en la "cuesta de enero" estemos pasando por una crisis financiera o emocional,  nuestro redentor triunfará incluso sobre la muerte. 

Tesoro de Job 21-23
Representar a Dios es tener esperanza en su palabra