Febrero 25

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Todo el tiempo que dure su promesa, estará consagrado al Señor.
Números 6:8

En el capitulo seis del libro de Números encontramos todas los requisitos que una persona que deseara realizar el voto llamado de "nazareo" tenía que cumplir. Dichos requisitos hablándolos en términos humanos y carnales eran difíciles de cumplir, pero solo los podía llevar a cabo una persona que estuviera completamente entregada al objetivo de querer ser totalmente santo para Jehová.

Uno de los requisitos que esta persona tenía que cumplir era el hecho de mantener su cabello sin que pasara navaja sobre él y esto lo podemos leer en Números 6: 5, ahora bien, este requisito era un requisito que le iba a ayudar a dicha persona a r...

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Uno de los requisitos que esta persona tenía que cumplir era el hecho de mantener su cabello sin que pasara navaja sobre él y esto lo podemos leer en Números 6: 5, ahora bien, este requisito era un requisito que le iba a ayudar a dicha persona a recordarse que tenia que ser santo delante de Jehová.

Es interesante notar los detalles que este capítulo aporta sobre la consagración y la fidelidad.

· La vida consagrada es voluntaria. El v. 2 dice: Si un hombre o una mujer hace el voto especial de ser nazareo para estar consagrado al Señor. Ese "si" infiere que no eran muchos los que en el tiempo de Moisés haría ese voto de consagración. Tampoco lo hacemos en el día de hoy aunque debiéramos.

· La vida consagrada es una vida separada. El v. 3 dice que la persona consagrada debía abstenerse de ciertas cosas. La consagración voluntaria incluye negarse a sí mismo. La persona consagrada se separa de los placeres aunque sean sencillos y legales pero que pueden apartarla de la comunión con Dios. El nazareo hacía un voto de abstenerse del vino de la vid. ¡Ni siquiera podía comer pasas! Las alegrías normales de todos los días se dejaban a un lado y se reemplazaban con un nuevo gozo en el Señor

· La vida consagrada es una vida que pertenece al Señor. El v. 8 dice: Todo el tiempo de su nazareato será santo al Señor. El Nuevo Testamento declara que no nos pertenecemos pues hemos sido comprados por precio a fin de que glorifiquemos al Señor. La persona consagrada pertenece al Señor y tiene un servicio extraordinario que cumplir. Nuestro servicio también será extraordinario porque también nosotros nos hemos consagrado a Dios.
La persona consagrada experimenta una renovación singular. Si el nazareo quebrantaba su voto tenía que empezar de nuevo con todo el culto ritual mencionado en el texto.

La santidad que representaba el voto del nazareo está disponible hoy en día para todas las personas que estén dispuestas a pagar el precio, ese precio puede ser dejar algún pasatiempo, a lo mejor dejar alguna compañía, quizás sea dejar de frecuentar lugares que no te aprovechan para nada o a lo mejor dejar el acomodo espiritual al que has caído, ese precio a la carne no le parecerá, pero tu espíritu estará dispuesto a hacerlo, es por ello que te invito a que lo intentes, a que no te canses de intentarlo, a que busques cada día el ser santo y si fallas, vuélvelo a intentar y si nuevamente fallas, inténtalo nuevamente, Dios quiere personas que busquen a toda costa la santidad, aun a pesar de todos los obstáculos que se te presentaran.

¿Estás dispuesto a pagar el precio de la santidad?

Tesoro de Números 4-6:
La Lealtad a Dios tiene un precio

📖Tesoros en la Biblia [Editando durante el 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora