¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es una simple y vana ilusión!
Eclesiastés 1:2
Si de algo habla el Libro de Eclesiastés, es de perspectiva. El Predicador ahora está viejo, ya ha experimentado muchas cosas y harto de la vida, con mucho remordimiento en el corazón por las cosas malas que hizo y las cosas buenas que dejó de hacer; con tristeza por los años que desperdició, las amistades que perdió, los superficiales amoríos que vivió; y con un toque de depresión, porque ha caído en cuenta que no vale la pena buscar la felicidad en los placeres del mundo, toma su pluma y escribe sus últimos consejos: Eclesiastés.
Salomón ha vivido de todo, ha pasado por todo, lo ha visto todo, lo ha comido todo, ha escuchado de todo, lo ha sentido todo, ha construido de todo, ha comprado de todo, ha disfrutado de todo lo que el mundo podía ofrecerle a un hombre de su época y ahora está listo para afrontar la verdad, la cruda verdad: la vida es breve y en última instancia, la vida sin Dios es inútil. Salomón escribe angustiado, desesperado, al borde la locura. Pensó que podía lograr algo con hacer y sentir tantísimas cosas, pero ahora, con la perspectiva que le han dado los años, cae en cuenta de que, en realidad, nada de lo que ha hecho tiene sentido. Incluso, La injusticia es desde su punto de vista lo único frecuente durante la vida humana y, en consecuencia, la única seguridad que los vivos tenemos es, que todos vamos a morir.
Aun así, pese al marcado pesimismo y existencialismo que motiva a Salomón a escribir, él ve una clara luz al final del túnel: el hijo de David sabe que sólo cuando el ser humano se rinde frente a Dios y se reconoce como un simple mortal, como alguien finito, como alguien que necesita de Dios, cuando el ser humano deposita su entera confianza en Dios, es sólo hasta entonces que se conquista la libertad de disfrutar plenamente de la vida.
Eclesiastés le ofrece a sus lectores una oportunidad única, de entender el vacío y la desesperación con la que luchan aquellos que han decido vivir lejos de Dios. Aquellos que no han escuchado de las buenas nuevas del evangelio y del perdón que Dios quiere ofrecerles gratuitamente, se enfrentan con una vida que a última instancia terminará y se volverá irrelevante, intrascendente. ¿Ahora puedes darte cuenta del peso de esa perspectiva? Si no hay salvación, y no hay Dios, entonces no sólo la vida no tiene caso, sino que tampoco hay un propósito o dirección para ella.
El mundo "bajo el sol," como lo dice el predicador, el mundo que vive apartado de Dios es frustrante, cruel, injusto, breve, y "carente de sentido." "Lleno de vanidad" "una vana ilusión", Así que es nuestro deber es corregir eso y mostrarles a esas personas que tienen esperanza, porque Cristo está dispuesto a cambiar sus vidas y sus destinos.
Tesoro de Eclesiastés 1-6:
Sólo se puede tener esperanza con una buena perspectiva.
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📖Tesoros en la Biblia [Editando durante el 2022]
Duchowe¿Te has propuesto leer la Biblia todo el año? 📖 Pues entonces este Libro es para ti. Cada día del año vamos a reflexionar en la historia de algún personaje Bíblico, siguiendo el plan de Lectura Cronológico durante este 2022, súmate e intentem...