"A una orden del Señor acampaban, y a otra orden suya se ponían en camino."
Números 9:23
En los pasajes que hoy estudiamos, se nos revelan varios detalles del día a día de la vida del campamento peregrino de Israel. Hasta el momento habían estado en el Sinaí, por casi un mes entero. Aquella majestuosa montaña les recordaba en todo momento lo vivido cuando Dios mismo en persona, habló con el pueblo desde una nube para entregarles sus 10 mandamientos; Ahí también, al pie de esa montaña se había construido el tabernáculo y se habían consagrado a los levitas y a los hijos de Aarón para el sagrado ministerio de velar por la salud tanto física, como emocional y espiritual de todo el pueblo de Israel. Números 8:22 llama la atención, porque es bien habitual encontrar pasajes de esta temática repartidos por todos los escritos de moisés: "Los levitas vinieron entonces para ejercer su ministerio en el tabernáculo de reunión, en presencia de Aarón el sumo sacerdote y de la manera en que Dios le pidió a Moisés que se hiciera, exactamente así se hizo".
A mí me llama la atención cómo siempre hay un énfasis en esto: Desde el relato del diluvio universal, donde la Biblia declara que Noé hizo TODO conforme a lo que Dios le pidió hasta los capítulos que hemos leído hoy, se nos reafirma la idea una y otra vez que lo mejor que podemos hacer es poner nuestra voluntad a un lado, cerrar nuestro corazón al egoísmo y autosuficiencia, confiarnos en las manos de dios y dejarnos guiar por Dios, dejarnos dirigir por Dios.
Y ya que hablamos de dirección: Ya todo estaba listo. Dios tenía un lugar en dónde revelarse claramente a los hombres, un sitio que represaba al completo el plan de salvación, un pueblo humilde, consagrado, un pueblo que había prometido que harían todas las cosas que Dios había mandado y las obedecerían sin cuestionar ¡Todo estaba listo para entrar a la tierra prometida! Así que la nube, aquella formación sobrenatural que les proveía de sombra y confort durante el día y que de noche alumbraba el campamento y lo protegía del frío del desierto, comenzó a ascender, indicando que todo lo necesario estaba preparado ya para que el viaje continuase: Dios tenía ahora un pueblo santo que estaba en camino para conquistar la tierra prometida a sus ancestros y al toque de trompetas hechas de plata, la peregrinación que se había quedado en pausa desde Éxodo capítulo 19, continuó.
Moisés, maravillado por todas estas cosas, con una nota de alegría y santo regocijo, sólo pudo atinar a Decir: ¡Levántate ahora Señor! ¡Sean dispersados tus enemigos! ¡Huyan de delante de tu presencia todos los que te aborrecen!
Lo que Moisés no sabía es que sólo harían falta tres días ¡tres días de peregrinación! Para que el sueño que Dios tenía para su pueblo y para el mundo se viniera abajo estrepitosamente.
(Pero de eso hablaremos mañana)Tesoro de Números 8-10
La lealtad a Dios es hacer todo conforme a lo que él ha revelado en su Palabra
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📖Tesoros en la Biblia [Editando durante el 2022]
Espiritual¿Te has propuesto leer la Biblia todo el año? 📖 Pues entonces este Libro es para ti. Cada día del año vamos a reflexionar en la historia de algún personaje Bíblico, siguiendo el plan de Lectura Cronológico durante este 2022, súmate e intentem...