Julio 12

81 7 0
                                    


Pues los plantaré en su propia tierra, y nunca más volverán a ser arrancados de la tierra que les daré. Dios el Señor lo afirma.
Amós 9:15

El profeta Amós, bajo inspiración divina, pudo ver bajo la externa prosperidad y el poder de Israel y se dio cuenta de que, internamente, la nación estaba corrompida hasta la médula. Los pecados por los que Amós reprendió al pueblo son extensos: abandono de la Palabra de Dios, idolatría, adoración pagana, avaricia, liderazgo corrupto y opresión del pobre... pecados que hoy día, también amenazan a toda la cristiandad, sobre todo a los líderes. 

Amós comienza su libro pronunciando juicio sobre todas las naciones que los rodean, luego sobre su propia nación de Judá, y finalmente el juicio más severo es dado a Israel pero ¿Porqué? Simple, a Israel se le había dado gran luz respecto a la ley y al carácter de Dios. Esta misma ley y el ejemplo de Jesús son la norma del carácter que cada ser humano en la actulidad debe poseer para aspirar entrar al cielo. Ahora se le requiere al hombre que se conforme a ella, y por ella será juzgado en el gran día final. En aquel día, en temible día del Señor, los hombres serán tratados de acuerdo con la luz que han recibido.

Nunca antes se han impreso tantas Biblias como ahora, nunca antes se ha vivido una libertad religiosa tan amplia como ahora, nunca antes fue tan fácil llevar el mensaje de la venida de Cristo como ahora, pero a pesar de toda esa prosperidad y poder, seguimos como Israel de antaño, absortos en los beneficios que la tecnología ha traído para nosotros y nos reusamos a apresurar la venida de Cristo. Las visiones de Dios dadas a Amós, revelan siempre el mismo mensaje enfático: el juicio viene, se aproxima, está cerca. Mediante la proclamación del Evangelio al mundo, está a nuestro alcance apresurar la venida de nuestro Señor. No sólo hemos de esperar la venida del día de Dios, sino apresurarla. Si la iglesia de Cristo hubiese hecho su obra como el Señor le ordenaba, todo el mundo habría sido ya amonestado, y el Señor Jesús habría venido a nuestra tierra con poder y grande gloria.

Para bendición nuestra, el libro de Amós termina con una gloriosa promesa para el futuro, la nota final es la maravillosa y esperanzadora promesa de Dios a Amós sobre la futura restauración del remanente: "Pues los plantaré sobre su tierra, y nunc...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Para bendición nuestra, el libro de Amós termina con una gloriosa promesa para el futuro, la nota final es la maravillosa y esperanzadora promesa de Dios a Amós sobre la futura restauración del remanente: "Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo". Yo ya quiero que llegue ese día, ¡Cristo anhela que ya llegue ese día! Cristo espera con un deseo anhelante la manifestación de sí mismo en su iglesia. Cuando el carácter de Cristo sea perfectamente reproducido en su pueblo, entonces vendrá para reclamarlos como suyos y plantar a sus fieles en un lugar donde ya no habrá más llanto, ni calmor, ni dolor ¿Qué estás haciendo tú para volver realidad la visión de Amós?

Tesoro de Amós 6-9

Todos debemos vivir para contar que ¡Cristo ya viene!

📖Tesoros en la Biblia [Editando durante el 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora