📖Tesoros en la Biblia [Editando durante el 2022]

Julio 13

JOTAM
Así que Jotam se hizo fuerte, porque preparó sus caminos delante de Jehová su Dios. 
2º Crónicas 27:6

El Rey Jotam fue el undécimo gobernante del reino sureño de Judá y quizá el reinado de este hombre pasa más desapercibido de lo que debería, quiero decir, es cierto que su padre y su hijo acaparan el escenario por los caminos que tomaron, pero la breve historia de este hombre aun así es digna de ser contada y sí, por si te lo estabas preguntando, ya habrá tiempo para Isaías cuando lleguemos al relato de Jesús. 

Para iniciar, la Biblia nos deja en claro desde el principio que Jotam fue un buen rey, uno que siguió los caminos de la ley del Señor, lo cual resulta un poco extraño porque su reinado viene a prolongar la racha de gobernantes al servicio de Dios, algo que parece una cosa fuera de lo común en aquellos días. Sin embargo, como con su padre, hubo un detalle que marcó su vida y su relato para siempre: Jotam nunca fue al templo. Desde luego, si leíste el capítulo anterior de Crónicas, sabrás que hay algo que justifica hasta cierto punto esa actitud: Su padre había ido al templo de forma indebida, entrometiéndose en el lugar santo y había sido convertido en un leproso. 

El rey Jotam hizo lo correcto ante los ojos del Señor, sin embargo, se mantuvo a cierta distancia del templo. Humanamente hablando, uno no puede menos que simpatizar con él: Rondaba los 20 años cuando su padre fue condenado a vivir en cuarentena perpetua y en lugar de una transición serena hacia el poder, de un día a otro se convirtió en el regente y administrador de Israel. Aquel suceso debió dejar una marca tan profunda, un miedo tan grande a cometer un error al interior del santuario, que prefirió no volver a entrar nunca más.

Sin embargo, desde un punto de vista espiritual, como líder del pueblo de Dios, con esa acción  (y quizá sin saberlo) el monarca estaba dando un mal ejemplo a la nación, y como resultado, el texto dice: "El pueblo continuaba corrompiéndose". Y aquí tenemos a un hombre, nada menos que al rey, con una tremenda oportunidad para guiar al pueblo de regreso a Dios, pero que dejó que su miedo, sus malos recuerdos y complejos le quitaran el deseo de entrar al templo.

Hoy, se ve complicado que podamos regresar a un templo físico para adorar, volvernos a reunir. Pero en la historia de Jotam puede verse cuán peligroso es dejar de asistir a la casa de Dios, porque puedes creer que sólo te afecta a ti, cuando en realidad, hay muchas personas que te observan, que ven en ti a un testigo del Dios verdadero. Todos hemos dejado de asistir a la casa de Dios por la pandemia y temo que cuando podamos volver algunos ya no quieran, no por miedo o salud, sino por la pérdida de identidad. En tu hogar ¿sigue habiendo un día completamente dedicado a Dios? ¿Sigues manteniendo la reverencia? ¿Haces un culto? ¿Sigues compartiendo tu fe pese a todo?

Y lo digo porque Jotam no se quedó ahí de brazos cruzados, no. El rey reconstruyó la conexión entre el templo y el palacio, volvió a levantar una puerta que hacía décadas había estado cerrada. "Él deseaba libre acceso de su propia casa a la del Señor. Él fortalecería la conexión entre las dos casas – mantendría abierta su línea de comunicación con la fuente de sus suministros de fuerza y sabiduría. Este es uno de los secretos de su prosperidad y su poder." Tenía miedo, sí; pero no iba a permitir que su miedo privara a las futuras generaciones de tener un corredor que fuese desde el palacio hasta el templo. 

Son apenas nueve los versículos que cubren su gestión real, sin embargo, reflejan la bonanza divina concedida a su persona, todo porque este hombre, pese a sus miedos, dispuso en su corazón andar delante de Jehová su Dios.