Oscûlum (Seung-Gil x Phichit)

Ji Yong

Es curioso verme con tres niñas contándoles mis problemas con tanta confianza, pero bueno, creo que son las únicas personas que no me odian en estos momentos.

-¿Por qué no solo te disculpas? ¡Phichit es de buen corazón! Él te perdonará.- dijo Loop.

-Es de buen corazón que yo me dediqué a destrozar.- las tres asintieron dándome la razón.

-¿Por qué no nos dices que pasó antes de que te fueras de Tailandia?- preguntaba Axel, nunca se le escapaban los detalles.

-Eso... No es importante.- no podía decirle que él y yo tuvimos... Ósea, no.

-¿Qué te impulso a irte?- preguntó Lutz.

Esa era una muy buena pregunta que no tenía respuesta. Que imbécil.

Las niñas parecieron leer mi mente y solo se limitaron a acariciar a Dae. Parecía que él estaba de acuerdo con ellas pero yo no podía hacer nada, Phichit estaba en el mismo lugar que yo y aún anhelando este momento no podía hacer nada.

-Todo se va a arreglar, de eso no hay duda.- dijo Axel y eso me tranquilizo pero hizo formularme una pregunta.
¿Qué pasará exactamente al final?

Dae se levantó de golpe como si alguien hubiera accionado un botón en él y comenzó a olfatear el aire.

-¿Qué pasa chico?- pregunté volteando hacia donde el miraba pero no había nada, después el sonido de una puerta abriéndose y pasos hizo que Dae saliera corriendo.- Hey ¡espera!

Salí tras su paso y me detuve al ver de qué se trataba. Phichit estaba hincado dándome la espalda mientras acariciaba a mi perro, cada vez que lo miraba de esa forma tan apegada a Dae un sentimiento muy cálido me gobernaba, quería caminar hacia él, abrazarlo con fuerza y transmitirle todo lo que he sentido durante este tortuoso año. Creo que me dirigía hacia él ya que una mano me detuvo en el acto, me giré para ver su procedencia y se trataba de Yuuri Katsuki, no me miraba a mí sino a Phichit pero no soltaba mi mano.

Nota rápida: estoy escribiendo esta parte en la escuela y un compañero esta poniendo música de muchos sentimientos  que me ayuda a escribir :'v

Phichit se incorporó, se giró y nuestras miradas se encontraron, él no tenía expresión alguna y justo al instante se marchó. Dae lo siguió.

Yuuri seguía tomando mi brazo. Estaba claro que no quería que fuera tras su amigo.

-No me agradas, Seung- dijo por fin.- pero sé que esto no se puede quedar así, por eso te pido que le des tiempo.

Todos parecían estar de acuerdo con la idea y yo me limité a asentir, él me libro de su agarre y se fue a lo que creo es su habitación.

-No te preocupes, él también está molesto conmigo- dijo Víctor posando una mano sobre mi hombro.- y por ahora lo dejare así.- en su voz se notaba ligera preocupación pero parecía tratar de ser positivo.

-¿Qué debo hacer?

-Lo que dijo Yuuri, acá entre nos, no debemos hacerlo enojar más.- ahora parecía que se estaba divirtiendo.

Víctor se sentó en el suelo a lado de una mesa baja, lo seguí sentándome en el lado contrario. Estuvimos en silencio, las hermanas nos miraban a la distancia con un brillo en sus ojos. Por el rabillo del ojo divise el flash de una fotografía.

-¿nos tomaron una foto?- pregunté a Víctor.

-Así es- el ruso miro hacia donde estaban las trillizas y guiño un ojo. Ellas tomaron más fotos.- No todos los días encuentras a tus ídolos sentados en la misma mesa.