Oscûlum (Seung-Gil x Phichit)

Cocinando juntos

-Puede que tu sepas cocinar ricos platillos para el almuerzo pero los postres no se te dan muy bien.- dije viendo el pan sin levadura y después el rostro de Phichit con manchas de harina como si fueran marcas de batalla.

Bueno, la cocina sí parecía un campo de batalla.

-Es mi primer intento. Anda, pruébalo.

Lleve un trozo de pan a mi boca y traté de no reaccionar tanto.

-Mm... Interesante...- dije aún masticando lentamente el pan.

-Esta horrible, ¿verdad?-dijo Phichit con una expresión de tristeza.

-No, mi amor - me levante para poder abrazarlo.- Esta muy bien considerando que es tu primer.

-A ver, inténtalo tú si te crees tan bueno.

Una membrana sensible de Phichit: La cocina.

-Hay que hacerlo juntos, ¿sí?- dije rodeándolo de la cintura y depositando un beso en su mejilla. Phichit intentaba mantenerse serio.

-Esta bien.- dijo suspirando.- Por cierto, tienes harina en los labios.

-¿En serio? ¡Oh¡ maldigo mis desdichas.- dije con un tono dramatizado y con una mano hacia semi espirales.

Phichit se reía y yo me podía sentir realizado.

-Ya para.- decía divertido.

-Nunca. Amo tu risa.- besé su frente dejando una pequeña marca de harina.

-Yo igual amo tú... Ammm...- se quedó pensando en que decir.

-No es necesario.- dije sonriendo.

-Eso! Amo tu sonrisa. Quisiera que lo hicieras más seguido pero algo que la vuelve hermosa es que sólo un grupo muy limitado de personas pueden verla y yo estoy ahí.-

-Phi-Phichit...- sentía que me sonrojaba y aparte la mirada.

-Yo sólo digo la verdad.- dijo guiñándome un ojo. Me besó rápido en los labios y se zafó de mis brazos.- Hay que trabajar~

Buscamos una receta en internet de cómo preparar un pastel de chocolate fácil y rápido.

Mientras que Phichit se encargaba de mezclar unos ingredientes yo me encargaba de la masa. A veces mi novio llegaba posando pequeños besos en mis mejillas arrebatando mis sonrisas.

-Sólo falta ponerlo en el horno.- dijo Phichit victorioso al ver el resultado de nuestro arduo trabajo.

Yo limpiaba un poco el área de la cocina. Lavaba algunos trastes y Phichit se asomaba uno que otro rato para revisar qué tal iba el pastel.

-Entre más te asomes más lento se te irá el tiempo.- dije terminando de limpiar.

-Es que no me gusta esperar.- respondió quejándose.

-Ven.- extendí mi mano y él la tomó. Agarre una silla y la puse en frente del horno. Me senté en ella y Phichit sobre mi dándome la espalda.

Podía ver sólo nuestras piernas y nuestras manos entrelazadas en el reflejo del horno. Apoyé mi frente en su hombro y suspire.