Toda la energía que poseía era inexistente en estos momentos.
Una sensación de soledad oprimía mi pecho.
No podía sentir absolutamente nada, que no sea aquello que me impedía siquiera levantar un dedo.
Soledad pura y honesta.
Merecía este tipo de sentimientos.
—Hey, Phichit —Yuuri apareció en escena—, traje algo para comer.
No respondí.
—Bueno, no es algo muy elaborado... de hecho, es sólo pizza —se podía percibir como hacía un puchero al pronunciar sus palabras.
—Oye, Yuuri —lo llamé.
—¿Sí?
Me giré y le hice un espacio en la cama.
—Ven, recuéstate a mi lado.
Sin cuestionarse el por qué, mi amigo obedeció a mi petición.
—¿Cómo te sentirías si Victor se alejara de tu vida? Que tú hayas sido el que eligió ese destino.
—Phichit... por favor, deja de pensar en eso.
—No lo puedo evitar.
—Es momento de que salgas de la habitación. Hoy es nuestro último día con nuestros amigos antes de que volvamos a nuestra rutina de siempre.
—Tienes razón...
—Ten —Yuuri abrió la caja y tomó una rebanada de pizza—, come esto y quiero ver que lo hagas. Te espero aquí.
Mi amigo se recostó en la cama y se quedó viendo la pizza con una expresión muy curiosa: una mezcla de miedo y hambre.
—¿Por qué no comes? La pizza lo hará si tú no lo haces primero —bromee.
—Vi-Victor. Él... me tiene a dieta.
—Ahh... hombres —sonreí y tomé otra rebanada de la caja—. Si tú no comes yo no voy a comer.
—Phi-Phichit...
Le extendí la pizza hasta sus labios y él parecía aterrarse más. Sonreí como mi último intento de persuasión. ¡Vaya que funcionó!
Yuuri mordió la esquina de su rebanada y lucia bastante satisfecho. Le seguí y entre los dos nos terminamos la caja. Sonrisas y risas se hacían notar y eso me hacía sentir cada vez más ligero.
Por un momento había creído que iba a pasar por esto solo, pero tener a Yuuri de mi lado me ayudaba más de lo que esperaba.
—Yuuri, qui- —se escuchó a Victor mientras abría la puerta del cuarto de hotel quedando estático al ver la caja vacía y los dos responsables de eso.
—¡Ah, Vi-Victor! ¡Esto...! Ehhh...
Mi amigo se puso tan nervioso que al parecer no podía terminar ninguna de sus palabras.
—Victor, fue idea mía. No te enojes con Yuuri —dije, como un pequeño aporte a las incoherencias de mi amigo.
—¿Enojarme? ¿Por qué? —el ruso ladeó la cabeza y nos miró con incredulidad—Yuuri se retiró. Ya no necesita el cuerpo de un patinador.
—Que Yuuri... se retiró... —giré mi rostro hacia el japonés que parecía incomodo—. Yuuri, ¿por qué no me habías dicho antes?
—L-Lo acabo de decidir. Todavía no es público.
—¡Mi Yuuri y yo nos iremos a vivir a San Petersburgo! Sus cosas están por llegar. Cuando haga su retiro oficial, daremos el paso de casarnos.
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Oscûlum (Seung-Gil x Phichit)
FanfictionSeung-Gil Lee, retomando su carrera como escritor, no deja de pensar en el chico que dejó en Tailandia. Phichit Chulanont, al despertar después de aquella noche que juró no olvidar se da cuenta que la persona con la que compartió algo especial ya n...