Oscûlum (Seung-Gil x Phichit)

Sirilak

Estaba en el aeropuerto esperando la llegada de mi hermana muy ansioso.

Seung no estaba conmigo pues le insistí en que se quedara en mi casa.

Mire la pantalla donde se dictaban los vuelos que ya llegaron o los que se habían retrasado.

"Australia------------Arribado"

Mi corazón dio un brinco y corrí a la plataforma donde se reciben a los pasajeros.

Me paraba de puntillas ya que habían algunas cuantas personas que eran más altas que yo.

Pasaron diez largos minutos y ella no aparecía. La gente salía pero mi hermana no.

Entonces los vi.

Dos niños tomados fuertemente de la mano cargando con una mochila en su hombro. Cada uno buscando algo con la mirada.

Empecé a empujar a la gente sin molestarme si me hacían caras o se quejaban. Me coloqué justo en frente para estar a la vista de esos pequeño y funcionó. En cuento sus ojos se posaron en los míos se iluminaron y corrieron hacia mi.

-¡Tío Phichit!- exclamaron al unísono.

Me hinque para poder estar a su altura y los hermanos se aferraron en mi cuello.

-¡Te extrañamos tanto!- dijo Jayden, el hermano mayor.

-Mami dijo que te viniéramos a buscar.- continuo Arisara, la hermana menor.

-¿Y dónde está ella?

Los niños soltaron mi cuello para tomar mis manos.

-¡Allá, allá!- dijo Arisara señalando a la multitud que llegaba.

-Pequeño Jeab.- dijo Sirilak una vez se acercó a nosotros. Una sonrisa nostálgica en su rostro me impulsó a abrazarla pero todavía tenía a sus hijos tomados de las manos. Ella pareció comprenderlo pues sólo asintió.

-¿Vamos a casa?- dije a los tres y los niños afirmaron enérgicos.

-¡Quiero ver a los hámsters de tío Phichit!- dijo la pequeña.

-Ellos te están esperando, Arisara.

Dicho eso, los ojos de mi sobrina se iluminaron mucho más.

-Vámonos~

Estábamos en frente de la puerta y nervioso intente abrirla. Mi mano temblaba bestialmente pues algo que quise evitar ahora ya no era posible.

-¿Phichit?- dijo mi hermana posando una mano sobre mi hombro.- ¿Ocurre algo? Dejaste las llaves adentro y no has abierto.

-N-no! Nada, hermana.

Por fin abrí la puerta y entre primero pues quería ver a Seung antes que los demás.

Él estaba sentado en el sofá moviendo su pierna inquieto. En cuanto me vio se levantó de golpe y me dedico una mirada llena de amor y cariño.

Una punzada de dolor me hizo esquivarla. Pude divisar su expresión de confusión.

-¡Oh! Phichit, ¿quién es él?- dijo Sirilak entrando a la casa con sus dos hijos despojándose de su equipaje.

-Él es Seung-Gil Lee. Proviene de Corea del Sur.- respondí sin querer seguir con esto.

-Hola, Seung-Gil Lee. Soy Sirilak Chulanont. La hermana mayor de Phichit.