Oscûlum (Seung-Gil x Phichit)

Te amo por sobre todas las cosas

Abrí mis ojos poco a poco. Tenía un fuerte dolor en la cabeza producto de mi borrachera. Me incorporé lentamente recargándome en el respaldo de la cama.

-¿Estoy en la habitación de Phichit?- me pregunte justo al notar donde me encontraba.

¿Cómo termine aquí?

La puerta se abrió y Phichit entró a su habitación.

-Ya despertaste.- dijo sentándose en la orilla de la cama.- Ten. Mi hermana dijo que te ayudaría con la jaqueca.- me extendió un taza de lo que parecía ser té.

-Muchas gracias.- susurré.

Daba pequeños tragos y Phichit me observaba.

-Seung, ¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche?

-¿Lo que... Pasó anoche?- en un intento fallido de forzar a mi cerebro de hacer memoria hizo que me quejara de dolor.

-No es importante. No te obligues.

Nos quedamos en silencio como si esperáramos a que el otro hablara.

Después de un rato fui yo quien rompió el ambiente.

-¿Qué hago en tu habitación?

-Anoche estabas hasta el tope de alcohol. No tenía ni idea de a qué otro lugar llevarte.

-Lo siento. No puedo recordar mucho de lo que sea que pasó anoche.- me disculpe pues siento que algo muy importante debió suceder.

-No es nada.

Phichit me miró y luego a la taza que tenía en mis manos. La tomo dejándola en la mesita de noche a un costado.

-Recuéstate.- pidió calmado. Le obedecí.- Seung, puedo ver que estás mejor y eso es bueno. Hay algo de lo que tenemos que hablar o más bien, algo que tengo que confesar.

Phichit me miró por unos segundos para después ponerse a un lado mío recargado en mi pecho. Su acción me tomó por sorpresa y no sabia como responder. Al cabo de un rato puse mi brazo en su espalda.

-Tengo que explicarte que fue lo que me hizo decirle a mi hermana que eras mi amigo y no mi novio.

Esas palabras aún me dolían.

-La razón de ello es tan ridícula y simple que no vale la pena, ni si quiera de cerca, todo lo que hemos pasado.

-Dila. No es como si fuera a empeorar las cosas.

-Quiero hacerlo cuando estemos con mi hermana ya que ella tampoco lo sabe.

-Entonces porque...

-Porque quiero sentirte, Seung. Te he extrañado tanto que mi corazón ya no lo aguantaba. El poder percibir tu aroma en estos momentos, tu tacto y tu calor me hace tan feliz.- las palabras de Phichit eran casi murmullos.- No podía soportar estos días en los que no te pude ni ver.

Tome su barbilla alzando un poco su rostro para poder verlo. Él estaba triste y también arrepentido. Lo rodee por el cuello para poder fundirnos en fuerte abrazo.

-Phichit, te pido de favor que no vuelvas a hacer algo como esto.

-Seung...

-No quiero que me lastimes de formas de las cuales nos podemos arrepentir como ahora. Los dos nos dejamos llevar y, aunque parecía que ya no éramos nada, nos hicimos daño. Deseo saber tus razones pero esperare un poco más si es necesario.

-No pienso volver hacer algo como esto. Fui tan estúpido...

-No te insultes a ti mismo.- lo abrace más fuerte.- Ya pasó.