Oscûlum (Seung-Gil x Phichit)

12 de Junio

Los días pasaron y Seung no mostraba indicios de querer venir.

Arisara a veces preguntaba por él y Jayden se veía igual de intrigado pero no parecía querer decir algo.

Mi hermana me acusaba de haber "avergonzado" a Nuch cuando en realidad fue ella la que comenzó todo.

Estaba acostado en mi cama. Sirilak y sus hijos habían salido a pasear pero no los acompañe pues no no tenía ganas de algo como eso.

Mi celular recibió una llamada. Lo cheque y me sorprendí al ver que se trataba de Ji Yong.

-¿Hola?- contesté.

-Phichit. ¿Cómo has estado?- su voz se oía bastante neutra.

-Bi-bien- mentí.- ... ¿Y tú?

-Bien, gracias.

-Me alegro.

Nos quedamos en silencio pero ya sabia el motivo de su llamado.

-Supongo que me quieres colgar y pienso que sería tu mejor opción. Estoy muy molesto y muy decepcionados de ti, Phichit.

-¿Qué te contó Seung?

-Todo. Y me pidió que no hiciera esto pero de verdad que me resulta insoportable. Necesito una explicación lógica de lo que está pasando.

-Lo siento, Ji Yong. Yo no puedo explicarte nada ahora.

-Lo supuse.

La llamada de cortó.

Ahora todo estaba sumergido en un completo desastre. Ji Yong lo sabe y puedo decir que ya no me tendrá la estima de antes.

Escuche que mi hermana y sobrinos habían llegado. Platicaban y también tenía incluido el sonido de bolsas de plástico.

Salí para recibirlos.

-¿Cómo les fue?- pregunté con una sonrisa.

-¡Bien! Compramos flores para los abuelos.- dijo Jayden con un ramo de flores en sus brazos al igual que su hermana y su madre.

-Son muy hermosas.- dije al verlas.

-Camelias Blancas para los niños con una flor Violeta en el centro.- dijo Sirilak señalando lo que los hermanitos tenias en sus manos extendiéndome un ramo igual al suyo.- Flores Violetas con una Camelia Blanca en el centro para nosotros.

-Es perfecto.- musité viendo las flores.

-Ya es hora.- su dulce voz hizo aferrarme al ramo para evitar dejarlo caer.

-S-sí.

Arisara tomó mi mano y Jayden la de su madre. Salimos de casa para agarrar un transporte que nos llevará al cementerio.

-Ya me canse.- se quejó Arisara mientras subíamos una colina empinada.

-Ya casi llegamos.- dijo mi hermana.- No es la primera vez que haces este recorrido.

-No. La primera vez era una bebé que llevabas cargando.- me burlé y Sirilak rió.

-Tienes razón...

Conforme caminábamos más se podía ver el final de nuestro recorrido. La verdad no era una cuesta tan inclinada. Simplemente el calor la hacía ver cómo tal.

Llegamos algo cansados y sudados pero eso lo dejamos de lado al ver las dos lapidas.

"Jayden Chulanont
1974 - 2013"