32. Leyendo mentes

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Aquella semana pasó tranquila. Mark había cogido más confianza con los padres de Jackson y no había un solo día que no los viera, incluso un par de días lo esperaron a la salida del trabajo. Bambam no quiso mensajear al modelo aunque solía pensar si estaba mejor con Jinyoung. Y lo cierto era que sí, el modelo se había arreglado con su ex pero no quería encontrarse con el tailandés, estaba muy tranquilo sin él cerca.

Mark y Jackson estaban solos en casa del chino, sus padres habían ido a dar un paseo a solas. El americano volvía del baño y vio al menor sentado en el sofá así que se acercó hasta él y se sentó sobre sus rodillas, quedando ambos abrazados y regalándose un beso cariñoso en sus labios.

-Tus padres tienen asumido que soy tu novio.

-Tal vez deberíamos hacerles caso –dijo Jackson alzando las cejas un par de veces seguidas.

-Yah... ¿Estas son formas?

Mark le dio un suave golpecito en el hombro y los dos se echaron a reír. El chino lo atrajo para pegarlo del todo a su cuerpo y lo apretó algo posesivo.

-¿Qué quieres hacer este fin de semana? –preguntó el guardaespaldas.

-Mnh... ¿Qué quieren hacer tus padres?

-Mis padres llevan toda la semana haciendo cosas y son mayores para irse solos un ratito... ¿Nos vamos mañana a la nieve?

-¿A la nieve? ¿A esquiar? –preguntó el fotógrafo emocionado.

-A esquiar, hacer snow o lo que quieras.

-Podríamos quedarnos a dormir allí y estamos los dos días.

-Vale. ¿Hacemos las maletas y dormimos juntos esta noche para salir mañana temprano? –preguntó Jackson sonriente.

-¡Sí! ¿Voy a casa a hacer las maletas o te vienes tú a dormir?

-No sé, ahora lo pensamos...

El chino se acercó a besar sus labios. Los dos movían sus labios con cariño y sus ojos cerrados, dejando que sus manos acariciaran sus brazos, pecho, el cabello... No tenían descanso y no podían parar de besarse, pero se abrió la puerta de la casa y se separaron de golpe. Mark cayó al lado del menor sentado en el sofá disimulando, pero se creó un silencio muy incómodo y sus labios estaban más que hinchados.

-Pero si os acabáis de ir –se quejó Jackson en chino.

Los padres los vieron, el americano estaba algo despeinado y estaba claro que habían estado morreándose.

-Se ha puesto a llover, venimos a por un paraguas –dijo su madre divertida.

-¡Pero no te preocupes! Este fin de semana os dejamos la casita a solas, nos vamos a la nieve –dijo el padre ilusionado.

-¿Qué? –preguntó Jackson mirándolos preocupado y sorprendido.

-A la nieve –repitió el padre.

-No pero... es que nosotros... –comenzó a explicar el hijo.

-Tranquilo, vosotros no os preocupéis. Yo quería ir al balneario y resulta que en la estación más cercana hay uno de esos que tienen jacuzzis en el exterior... ¡Puede nevar mientras te estás bañando! –dijo su madre cogiendo el primer paraguas que vio.

-Pues... resulta que Mark y yo pensábamos ir este fin de semana a la nieve también –comentó Jackson.

-¿De verdad? ¡Qué divertido! Nos leemos la mente... Vosotros os vais a esquiar y nosotros haremos algo más tranquilito –dijo el padre imaginándose tomando café en la estación de esquí al calor de la chimenea.

Let me (GOT7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora