39. Letras en la nieve

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Mark y Jackson despertaron algo más tarde de lo previsto, querían madrugar para esquiar pero eran las 10 de la mañana. Estaban desnudos y acurrucados para no pasar frío. Sus cabellos estaban alborotados y ninguno tenía ganas de moverse de la cama.

Se acariciaban tranquilamente, disfrutando de la paz... hasta que sonó el móvil del chino. Suspiraron los dos y él descolgó, sabían quién era.

-Dime mamá.

-Cariño. ¿Habéis madrugado mucho hoy? ¿O estáis todavía sin desayunar? Papá y yo llevamos ya dos horas en las pistas esquiando y vamos a descansar un rato en la cafetería de la estación. ¿Queréis venir?

-Ehm... espera.

Jackson se colocó el móvil en el pecho para consultarlo con Mark y luego volvió a hablarle.

-Vale, vamos ahora, en media hora.

Colgó el teléfono y se desperezaron sin separarse mucho el uno del otro.

-Cuando salgo de tus brazos siento que hace frío... ¿Vas a la ducha? –preguntó Mark acariciando el abdomen del menor.

-¿Nos duchamos juntos? –preguntó Jackson mirándolo con amor.

-Vale –dijo Mark con la misma mirada y se besaron tiernamente.

Fueron juntos a la ducha, no trataron de hacer nada sexual, habían quedado en media hora aunque no se resistían a estar tanto tiempo sin besarse, por lo que a veces se abrazaban, se besaban y reían sin necesidad de decir o hacer nada gracioso. Terminaron con la ducha y se vistieron con la ropa de esquí y se fueron a la cafetería, llegaron justo a tiempo. Se saludaron todos sonrientes y alegres, estaban de buen humor.

-¿Qué tal habéis dormido? Dormilones... –dijo la madre por las horas a las que se habían levantado.

-Bien, la cama es muy cómoda –dijo Jackson fingiendo normalidad.

-La nieve está estupenda hoy –comentó el padre.

Les tomaron nota del desayuno, Mark y Jackson tenían bastante hambre por lo de la noche anterior así que pidieron un desayuno bastante completo.

-Jackson, hijo... ¿De verdad no importa que tengas que dormir todas las noches fuera de casa? –preguntó su madre de pronto.

-No, no importa –dijo Jackson sonriendo cariñoso.

-¿Y a Mark? –preguntó el padre.

-Está bien –dijo el americano, no sabía hacer frases demasiado largas.

-Aun así nos sentimos un poco mal por echarte de casa –dijo su madre.

-Esto se arregla invitando a Mark de vacaciones a China, mamá.

-Es buena idea –dijo el padre.

-¿Cuándo tengo vacaciones? –preguntó Mark en inglés.

-Luego te cuento –dijo Jackson.

Trajeron el desayuno y los padres se sorprendieron por la cantidad de comida que iban a desayunar los otros dos en comparación al simple café que se habían pedido ellos.

-¿Vais a poder ir a las pistas ahora? Os vais a llenar –dijo la madre preocupada.

-Estaremos bien –dijo Jackson sonriendo.

Desayunaron y fueron a esquiar y hacer snow. Volvieron a irse en parejas, cada uno por su lado aunque se cruzaban a veces. Jackson llevaba su móvil así que cuando iban por zonas de la montaña que no solía ir la gente porque era más peligroso o estaban fuera de pistas, se sacaban fotos y aprovechaban para besarse escondidos entre pinos y nieve.

Let me (GOT7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora