42. Nueva colección

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Mark estaba en su despacho editando algunas fotos, bastante aburrido y de pronto se abrió la puerta. Sonrió al instante de mirar, estaba allí Jackson alegre de verlo. El chino cerró la puerta y entró en la habitación caminando hacia su novio dispuesto a saludarlo. El americano se puso en pie y antes de que se dieran un abrazo entró el jefe del chico. Los dos se separaron un poco avergonzados.

-Mark... No sabía que estabas reunido. ¿Es el que acompaña al modelo?

-Sí –respondió el mayor, no se le ocurrió nada mejor.

-No sabía que fuerais tan cercanos... ¿Puedes mandarme ya las fotos? ¿Cómo vas? –preguntó el jefe y miró a la pantalla.

Jackson se sintió un poco mal. Siempre era "el que acompaña al modelo" y encima ni si quiera se dignaba a saludarle, si hubiera sido JB le hubieran llenado de halagos. Se quedó en silencio mientras Mark explicaba las fotos que había elegido y le mostraba cómo las había editado, al hombre parecían gustarle.

-Bien, mándalas ahora, buen trabajo –el señor se fue y los dejó solos de nuevo.

El americano el echó una mirada de disculpa y siguió con el ordenador para no hacer esperar más al jefe. No tardó en mandar los archivos y se levantó rodeando el cuello del menor con sus brazos.

-Mío... ¿Qué haces aquí? –preguntó Mark y le robó un cariñoso beso.

-Reunión con tus jefes y con Bambam... pero yo prefería reunirme contigo...

Los dos se sonrieron y se besaron de nuevo, aunque el americano tenía la urgencia de separarse deprisa por si acaso alguien más entraba de nuevo.

-¿Cuándo es el descanso de la comida?

-Queda media hora, esta tarde estaré aburrido porque no tengo nada que hacer –dijo el mayor acariciando el pecho de su novio.

-¿Nada de nada?

-Nada de nada... Suelo trabajar sin hacer los descansos porque no me doy cuenta del tiempo, pero así termino todo del tirón. ¿Comes hoy con tus padres?

-Ah, sobre eso... Mis padres me han dicho que se van tres días a Busan –dijo Jackson.

-¿A Busan? Oh... Creo que aún no he ido tampoco.

Mientras ellos charlaban, el modelo se presentó en el despacho de Bambam. Estaba concentrado dibujando en su mesa de trabajo con las gafas puestas y la música puesta de fondo, bajita para no molestar a nadie. Ni se enteró de que hubiera entrado allí el coreano hasta que tuvo esa extraña sensación de que algo lo observaba. Miró a un lado, luego al otro y por último al frente donde se encontró con el mayor riendo un poco por su reacción.

-¿JB? ¿Qué haces aquí? –preguntó curioso el chico y se quitó las gafas.

-Vengo a ver tus diseños para el especial de Navidad.

-¿Mis diseños? ¿Y no viene Jackson por si quieres insultarme? –bromeó el tailandés.

-Vaya, veo que te has levantado de buen humor.

-¿Realmente vas a volver a ser el modelo?

-¿Qué pasa? ¿Te molesta? ¿Cómo está la mano? –preguntó JB, en realidad no le importaba si le molestaba o no que estuviera allí.

-¿Eh? Pues... –Bambam alzó la mano vendada que seguía igual que el día anterior. –Es difícil trabajar solo con una mano, tardo mucho y no dibujo bien.

El modelo se acercó a ver los bocetos y vio una clara diferencia en los que parecían haber sido pintados antes de quemarse la mano con los que había hecho esa mañana, que eran dos dibujos poco precisos y algo emborronados.

Let me (GOT7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora