47. Vergüenza

592 94 159
                                    


Lo primero que pensó Mark cuando vio a los tres en la cocina fue que JB llevaría un buen rato en su casa, quizá había cenado con su amigo que además se encontraba en albornoz, eso fue lo que más le extrañó, pero el modelo no parecía haberse duchado y tampoco estaba despeinado. No le hacía gracia estar allí con él presente, le había arruinado el día desde por la mañana y sabía que seguirían mintiendo todos.

-Hola cariño –saludó Jackson y fue a coger la bolsa que él traía para poder continuar haciendo la cena.

Bambam lo miró, pero ninguno dijo nada, eran los dos algo orgullosos aunque mucho más el tailandés.

-Voy a cambiarme –dijo el americano, no saludó a ninguno.

Los tres se quedaron en silencio durante un instante, pero Jackson sentía que debía responder por él.

-Está un poco molesto.

-¿De verdad? Quién lo diría –dijo sarcástico Bambam.

-Al parecer tú también lo estás –comentó JB. Se preguntaba para qué había ido hasta allí si el muchacho iba a estar acompañado.

-¿Y tú? –preguntó Jackson a su mejor amigo.

-¿Yo qué? –preguntó el aludido.

-¿Estás molesto? Llevas todo el día sin dar señales de vida –comentó el chino.

-Estaba molesto pero no con vosotros, de todas formas pasé el día con Jinyoung.

Bambam sintió una especie de rabia, celos, aunque él no supo descifrarlo.

Mark volvió a entrar con una ropa más cómoda y seca, su rostro estaba muy serio y sus acciones eran cortantes, todos se quedaron callados de nuevo. Se sirvió un vaso de zumo, bebió y cuando colocó el vaso en la mesa los miró a todos uno por uno. Finalmente se colocó junto a Jackson apoyándose en la encimera con sus brazos cruzados.

-¿Ahora que he venido yo os vais a callar? ¿Estabais hablando de mí? –preguntó finalmente.

-La verdad es que no hablábamos de ti –respondió JB con toda su sinceridad.

-¿Y entonces por qué os quedáis callados?

-No había nada más que decir –respondió esta vez Bambam.

-Parad ya, no me gustan estas situaciones y más si estoy en medio –dijo Jackson girándose para mirarlos. Al ver que iban a discutir, el coreano se acercó y le quitó la cuchara de madera que tenía en la mano para terminar de cocinar por él o se quemaría todo.

Los dos chicos se negaban a decir nada, ni tan si quiera a mirarse. Parecía una competición por ver cuál de todos era el más orgulloso.

-¿No decís nada? ¿Cuánto tiempo más vais a seguir así? –insistió el chino. –Bambam, basta ya, y tú también.

-A mí no me mandas –dijo el tailandés cual niño pequeño.

-¿Vas a discutir conmigo porque intento que vuelvas a estar bien con tu mejor amigo? Que maduro, luego decimos que son otros los inmaduros –comentó Jackson.

-Ese soy yo –dijo JB y miró hacia atrás sonriendo a Bambam, pero de esa forma tan simpática que rozaba el sarcasmo.

-Bueno... ¿Y qué? ¿La culpa es mía? Él dice que yo le estoy mintiendo –se quejó el menor.

-¡Es que me mientes! Y no me digas que no me mientes porque me voy a seguir enfadando –advirtió el mayor.

-¿En qué te miento? Te dije que no conocía a Yugyeom a penas –se quejó Bambam.

Let me (GOT7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora