69. James Bond

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Mark y Jackson tuvieron su cena familiar en la casa Tuan, pero luego se animaron ellos y dos de sus hermanos a salir de fiesta por allí. Fueron al centro. Estaba todo decorado con luces y había muchas discotecas con gente joven entrando y saliendo vestidos de fiesta, y algunos ya bastante borrachos.

Los hermanos habían decidido ir a un pub, el dueño era un amigo de la hermana así que iría más gente conocida. Mark se despidió de ellos en la puerta, para sorpresa de Jackson.

-¿No vamos con ellos? –preguntó el chino.

-No, tú y yo nos damos un paseo y nos vamos a otro sitio –comentó Mark sonriente.

Eso hicieron, caminando de la mano se fueron paseando por la ciudad. Había árboles de Navidad y muchísimas luces.

-Mark... La verdad es que al principio cuando llegamos pensaba que tu familia no quería conocerme o no iban a aceptarme... ¿Sabes el susto que me diste?

-Pero ahora sabes que les encantas, tonto –dijo sonriendo el mayor.

-Y a mí ellos, creo que me los llevaba a Corea, al menos a las niñas.

-Las niñas son adorables, casi te han cogido más cariño a ti que a mí.

-Hombre pues claro, si es que eres un aburrido y no quieres jugar con ellas a las muñecas, a los profesores sí que juegas, pero a las muñecas pasas –dijo el chino, viendo cómo el otro se reía de la forma en que le regañaba.

-Cuánta indignación... ¡Qué pecado no jugar a las muñecas! –dramatizó el mayor.

-Por eso me quieren más a mí.

-Ya, ya... Mira allí, Santa con el trineo –dijo Mark señalando al cielo.

Jackson miró, pero no veía nada. Cuando volvió a mirar a su novio lo vio riéndose, le había engañado.

-¡Yah!

-¿Cómo voy a ver a Santa? –dijo Mark riendo.

Llegaron a un hotel y Mark se paró en la entrada, mirándolo, luego tiró de la mano de Jackson para adentrarse.

-¿Dónde...? Mark.

Pero el mayor no respondió. Fueron a la recepción y allí el americano pidió la llave de la habitación que tenía reservada. El hotel era serio, elegante y bonito, o al menos eso parecía por el exterior y en la recepción.

Subieron a la habitación y al entrar, la decoración no desentonaba del resto. Era muy bonita y grande. Afuera estaba empezando a nevar y Jackson se acercó a la ventana para poder observar la ciudad desde lo alto, era bien bonita. Notó las manos de Mark rodeándole por detrás. Se quedaron en silencio mirando por la ventana unos instantes, luego el chino se giró para estar cara a cara.

-¿Por qué me gustas tanto?

-Porque... soy tu novio –respondió el mayor algo pensativo.

-No, no es eso... es porque eres perfecto –susurró el chino y se acercó a darle un beso.

-¿Cómo te sientes?

Jackson lo abrazó caminando con él hacia la cama, y se quedaron frente a ella, sin sentarse.

-Me siento feliz de estar contigo... No hace tantísimo que nos conocemos, y tampoco llevamos mucho tiempo saliendo, pero siento que te amo y que me conoces mejor que nadie, que puedo confiar en ti más que en mí mismo y que quiero estar contigo el resto de mi vida –susurró el menor.

Let me (GOT7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora