Seduciendo a Hades.

Cacería.

La orden ya le había sido dada a Rubí, el objetivo era deshacerse del intruso que había osado desafiar a su Amo.

La curiosidad realmente le esperanzaba.
Qué clase de tipo sería el que tendría que matar?
Daría una lucha épica?
La pondría en peligro de muerte?

Solo deseaba una cosa, sentir.

Ella no recordaba su propio nombre, era una esclava más, una chica que había corrido con una suerte pésima al haber atraído la atención del dios de la guerra.
No pidió nunca ser guerrera, o eso suponía, no recordaba como era que había conocido a Ares o que la dejó en tan precaria situación, sólo sabía que ahora se llamaba "Rubí" y que toda orden que viniera de parte de Ares ella debía cumplirla al pie de la letra y sin chistar, así le pidiera arrojarse a un precipicio atada de brazos y piernas, lo haría.

"El poder de la palabra"

Ella y las demás estaban sujetas a las cadenas de Ares.

Rubí: Tonterías... Sólo hay una cosa en que pensar. Destruir al enemigo frente a mi.

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DM: Que patéticos. Y pensar que uno de los de bronce me haya vencido antes... Me decepcionan.

El caballero dorado de cáncer se rascaba la cabeza exasperado, gracias a su armadura y su habilidad para moverse entre dimensiones usando sus ondas infernales es que pudo intervenir, pero ya sabía lo que sucedería a continuación, seguramente los dioses ya lo habían notado, y por ende lo lógico seria que fueran por su cabeza.

DM: Mi preciosa cabeza... Expuesta por semejantes mocosos!

Sonrió, se sentía satisfecho, pronto saldaría la cuenta que tenía consigo mismo, podría limpiar su nombre y restablecer su honorabilidad.

Él no era un cobarde ni un traidor, quería que los demás reconocieran su valor y expiar sus culpas pasadas.

Porque los errores pueden solucionarse mientras haya vida.

Una risa descarada interrumpió sus cavilaciones.

La hora había llegado, o más bien, su destino lo llamaba.

Rubí: Este es el tipo que matare? Pero si parece un inútil.

Una joven de pelo azabache sonreía con total desprecio, sus ojos eran hermosos como el cielo, sin embargo no expresaban nada... Como un cascaron vacío. Usaba una armadura obscura y con decoraciones rojas...como la sangre, de alguna forma era perturbador, más que una sapuri.
Torció una sonrisa cínica y devolvió el saludo de su enemiga.

DM: Eh!? Tu eres mi intento de asesina? Aquí de quien se están burlando es de mí!

La chica pareció no inmutarse y avanzó hasta quedar cinco pasos frente a él.

Rubí: Tal vez, pero burla o no, mi misión es matarte. Ares sama no tolera a gusanos como tú que se entrometen en lo que no deben.

DM: Pues que coincidencia, yo también detesto a los gusanos como él que causan problemas por sus estúpidas ambiciones fallidas.

Rubí río por dentro por aquél comentario tan acertado, ella también creía que era estúpido involucrarse con dioses tontos como Persefone, su señor Ares no razonaba, eso era seguro. No tenía un buen plan.

Rubí: Insolente, aun tienes valor para atreverte a decir eso. O será que hablas como un loro por el miedo que te causa estar frente a mi?

DM: Miedo de ti? No muñeca, yo no tengo miedo, calculo que con un golpe podría romperte.

Rubí: Que casualidad, opino lo mismo de ti.

Unos minutos de conversación sirvieron a DM para darse cuenta de que la chica no era normal y que si la subestimaba posiblemente lo mataría.

Y él como podía predecir algo así?

Olía a sangre, muerte y furia, no tenia el aroma de los humanos o de los habitantes del inframundo, ella era algo más tenebroso e imponente.

DM: Y si lo comprobamos ahora?

Rubí: Sólo no me aburras. Lucha hasta el final.

Ella remojo sus labios y sonrió con un tinte de locura. Se apresuro a patearlo fuertemente, como si quisiera partirlo.
DM detuvo el golpe sujetando su pierna, haciendo que su enemiga usara su otra pierna libre para golpear su rostro.

DM: No te rompes.

Mencionó riendo, el caballero de Cáncer uso una mano para golpear a Rubí en el vientre, lo que hizo que volvieran a tomar distancias.

-Tu tampoco te rompes....aún.

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Ares: Estas chicas resultan útiles cuando se requiere de acabar con molestias.

Deimos: Cuantos años llevan aquí?

Fobos: Creo que siete.

Deimos: Y ella? Que vamos a hacer con mi pequeña presa?

Lía estaba en sus piernas, no se movía ni hablaba, sus ojos estaban vacíos y de un color rojo intenso.

Ares: Pronto va a contribuir a la causa.

C o n t i n u a r a . . .

*Perdonen por tardar tanto en actualizar, ^^U 
He estado sumergida en mis propios pensamientos estos días y deseaba ofrecerles una continuación emocionante, espero que disfruten de este cap. Me parece que aún estoy soñando cuando veo que este libro ha llegado a mas de mil lecturas v': significa mucho para mi, gracias por leer mis historias.
Pese a que tarde en actualizar, prometo terminar este libro C'; así que por favor sean pacientes.
Nos leemos pronto n.n/*