-El cuarteto de Joyas-

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Con Cronos usando como armas a Athena, Afrodita y Eros, los dioses más poderosos e importantes sólo tenían una cosa por hacer.

Pose: Es ahora o nunca. Para volver a encerrar a Cronos es necesario hacer sacrificios.

Zeus: Pero es....

Hades: Por ellos no te preocupes, son inmortales y saben bien lo que significaría perder aquí.

Zeus apretó sus puños y pareció tomar la misma postura de sus hermanos. No podían permitir que Cronos ganara.

Cronos: Intenten apresarme de nuevo, pero les aseguro que no podrán.

En lo que respecta a los caballeros de bronce.
Todos estaban dando batalla a sus más grandes pesadillas.
Se habían dado cuenta de que era una vil trampa el ver a sus seres queridos en peligro o atacándolos.

Seiya: No te lo perdonaré!!!

Pegaso comenzó a incendiar su cosmos, elevándolo a un nivel que alertó a Deimos, quien concluyo que no debía subestimar a Seiya.

Y que decir de Hyoga y Shiryu, ambos estaban en la misma situación, peleando con todas sus fuerzas por destruir su pesadilla.

Hyoga: Ejecución de Aurora!!!

Shiryu: Los cien dragones!!!

Fobos torció una macabra sonrisa y miró a las cuatro chicas que les servían.

Deimos: Es lo mismo que yo pensé.

Fobos: Ustedes tres, vayan a terminar el trabajo.

Deimos: Tu querida, debes quedarte aquí.

Las cuatro chicas asintieron.
Como terminaron ahí?
Ares coleccionaba chicas y en su despertar a esta era, había encontrado "Útiles" a las cuatro.

Nacieron y crecieron como chicas normales, pero terminaron usando armaduras y asesinando gente por ordenes de Ares.
Por qué lo seguían?

Les robo su nombre, uso sus recuerdos deformándolos al punto de no saber reconocer lo real de las mentiras.
No tenían a donde ir o por quien vivir, solo eran almas errantes encadenadas al cruel dios.

Muñecas que se movían y respiraban por ordenes y caprichos de Ares. Ya no les importaba nada, si se desgastaban o no en crueles batallas al menos podían saborear un poco de emoción.

-Mi señor Ares, la chica esta lista.

Ares: Rubí, has lo siguiente, debes estar alerta a los movimientos de Cronos.

-Como usted ordene mi señor.

Ares: Ah, y Rubí, no quiero ninguna falla. Entendido?

-Si!

Rubí no era realmente su nombre, pero el dios la llamaba de esa forma y al no recordar nada, lo había adoptado como referencia a ella.

Deimos: Esmeralda, Zafiro, Diamante! Vayan de una vez!

Las tres: Enseguida señor!

Con las otras chicas sucedía lo mismo. No tenían ahora más que esos alias y sus manos manchadas de sangre, no les quedaba nada más.
Seguían ordenes al pie de la letra.

Por medio de un portal creado por los dioses, las tres chicas entraron a las pesadillas de los bronceados.
Esmeralda entro a la pesadilla de Shiryu, Zafiro a la de Hyoga y Diamante a la de Seiya.

-Debes solo afrontar tu final caballero.

Seiya: Quien eres?

-Puedes decirme Enemiga.

Seduciendo a Hades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora